Ya es de noche. Phineas, y su hermanastro Ferb, se acomodan para irse a dormir después de un agotador día de aventuras y diversión; y de evitar la destrucción del tiempo y del espacio, privilegio obtenido gracias a su hermana Candace, aunque en su defensa, ella no tenía forma de saber que esto iba a pasar. Tanto Phineas como su hermano ya vestían sus respectivos pijamas. A Perry, curiosamente, no se le veía por ningún lado. Al parecer, no le importaba tanto, como a sus dueños, el dormir.
Phineas no podía dejar de pensar que, en la mañana siguiente, empezarían sus estudios, después de un verano demasiado largo.
Ferb, por su parte, no parecía importarle el regreso a clase, aunque miraba con preocupación, el miedo que se podía ver en los ojos de su hermano.
—Phineas, no debes preocuparte por el retorno a clase —le dijo Ferb, con su calmante y profunda voz, manteniendo su mirada en los ojos de su hermano, notando la oscuridad que aparecía en éstos, implacable.
—Ferb, sé que no debo, ni preocuparme, ni asustarme. Pero sabes tan bien como yo que es difícil —comentó, con algo de fastidio, Phineas—. Además, no quiero que tú te preocupes de más. La preocupación deriva al estrés, y el estrés daña la salud. Y no quiero que te enfermes.
Ferb hizo un gesto de negación, mientras sonreía de forma burlona.
—¡Hey! —exclamó, mitad en broma, mitad en serio, Phineas.
Ferb hizo un ademán, indicando la cama en la que está sentado.
—Okey okey, vamos a dormir. —se ríe Phineas.
Ferb se encoje de hombros, sin darle importancia al comentario de su hermano.
—Bueno, no importa demasiado. Creo que mejor nos vamos a dormir de una vez.
Ferb asiente con un gesto amable, mientras bosteza. Se le nota el cansancio.
—Buenas Noches Ferb —. Dice Phineas con una voz suave, como un susurro.
Inmediatamente después de decir eso, Phineas Flynn entró al mundo de los sueños, donde no existen las preocupaciones, y donde nada ni nadie puede hacerte sentir mal.
—Buenas Noches —comenta Ferb—. Espero que tengas dulces sueños.
Ferb se acomoda en su cama, abrigándose bien con las sábanas. Curiosamente, a pesar de estar cansado, no tenía ganas de dormir.
Junto con el cansancio, le venía un mal presentimiento con respecto a lo que creía haber visto en las pupilas de su hermano menor.
Aunque tal vez sólo estaba exagerando, y el repentino cambio de color en las pupilas de su compañero de aventuras sólo fuese una ilusión optica causada por el cansancio.
Así en medio de sus pensamientos que le decían que algo pasaría, Ferb entró al deseado mundo de los sueños.
En otro lugar del hogar de los Flynn-Fletcher una chica con un cuello anormalmente largo, y un cabello en punta y rojo, con nombre Candace Flynn, daba vueltas en su cama, tratando de encontrar uma posición cómoda para dormir.
Lamentablemente, debido a los pensamientos, poco tranquilizadores, que pasaban por su cabeza, le resultaba difícil conseguir su propósito.
Así que, simplemente se limitaba a esperar en la oscuridad, mientras abrazaba su peluche de Ducky Momo (Pato Momo).
—Te diré un secreto, Ducky Momo—susurra Candace, con la esperanza de no despertar a nadie en casa—. Mañana, volveré a las clases de secundaria. Y Jeremy entrará a la universidad. Tengo miedo...
La chica pelirroja mira al pato de felpa, como si se sintiese culpable.
—¿Qué pasa, Ducky Momo? —le pregunta en un murmullo la chica a su amado peluche— ¡No me mires así! ¡Es de lo que te estoy hablando lo que en verdad te quería hablar!
Candace está exaltada y furiosa, pero procura no hacer ningún ruido, para no despertar a sus hermanos, los cuales duermen en la habitación de al lado.
Un silencio, algo tétrico, se escucha en la habitación, mientras Candace espera pacientemente, la respuesta de su compañero inanimado.
—Bien, tú ganas —dice la adolescente, con algo de fastidio, como si hubiese estado en una importande discusión con su peluche amarillo—. Es Phineas...
Mientras Candace conversa temas importantes con su mejor amigo, afuera, una persona desconocida murmuraba palabras con un tono que sonaba algo amenazante, con un toque de malicia.
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Experimento n° 35 (Fanfic de Phineas y Ferb)
أدب الهواةLas Grandes Superpotencias del Mundo han buscado formas de conseguir su supremacía, tanto militar como económica, desde que el propio término de Superpotencia fuese creado. Es tal el grado de búsqueda de ésta supremacía, que los gobiernos de cada un...