James, Albus y Lily miraban por la ventana mientras su madre les preparaba el desayuno. En unas horas irían a la estación de King's Cross, desde donde partiría, un año más, el expreso de Hogwarts. Lily observó el reloj que colgaba de la pared, aunque este no marcaba la hora, sino que decía cuándo debían hacerse las tareas de la casa. Sonrió. Sus padres le habían enseñado los relojes muggles, y ya estaba tan acostumbrada a ellos que le costaba leer los relojes mágicos.
Aquel sería su primer año en Hogwarts. Lily estaba emocionadísima, ya que sus padres le habían hablado de Hogwarts como si esta fuera el lugar más maravilloso del mundo. Hogwarts, la escuela de Magía y Hechicería. Oyó un ruido, y se giró para ver quién era.
Un hombre adulto, de baja estatura y con una bonita sonrisa bajaba las escaleras nervioso y entusiasmado. Hacía ya mucho tiempo que no le dolía la cicatriz, pero se veía en su rostro la huella del dolor y el sufrimientos de los años pasados. Sin embargo, aquel día estaba muy feliz, ya que vería partir al tren una vez más. Tenía ganas de llorar, pero se contuvo, ya que su antiguo profesor de pociones le había enseñado a ser duro. Cuando miraba a Lily, veía en ella a su propia madre. Apenas la recordaba, pero tenía fotos de ella. La que más le gustaba era aquella que le había dado Hagrid cuando iba a volver a Privet Drive al final de su primer año en Hogwarts. Su madre, abrazada a aquel hombre que no era otro que su padre, sonreía como si le estuviera viendo en ese mismo momento, a él, ya con barba blanca y arrugas en los ojos. Le echaba una mirada preciosa y verde. Harry ya sabía que tenía los ojos de su madre, siempre se lo decían.
Entró en la cocina y se acercó a sus hijos, apretándoles fuertemente el hombro en señal de apoyo, ya que estaban muy nerviosos. Abrazó a su mujer por detrás, y le dio un beso en la mejilla que hizo sonreír a Ginny. Cada vez que se besaban, se acordaban de Hogwarts, preguntándose si volverían algún día.
Aunque, bueno. Hogwarts siempre estaría abierta para Harry James Potter, el niño que sobrevivió.
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Harry Potter y la diadema de Rowena Ravenclaw: El Retorno.
Fanfiction"Hogwarts siempre estará ahí para darte la bienvenida a casa".