Amigos Indispensable #2

"Podrian asesinar a alguien ahí"

—¿Lista?— pregunto Max alzando una ceja mientras yo miraba aterrorizada el edificio frente a mi.

Negué frenéticamente.

—Es mucho, mucho más grande que mi colegio anterior— lo mire y él se encontraba aguantando la risa, lo golpeé en el pecho haciendo que rompa en carcajadas — En serio, me perderé allí dentro, podrían matar a alguien ahí y tardarían semanas en encontrar el cuerpo.

Rió aún más fuerte y me arrastró para entrar al colegio.

— Tranquilízate, Layla.

Varios chicos y un par de chicas saludaron a Max pero ninguno pareció reparar mi presencia pese a que estaba tratando de zafarme del brazo de Max. Y yo ya estaba perdida, podría dejarme justo aquí y no sabría como salir.

— Max ya suéltame— Murmuré.

— ¿No escaparas?

— No sabría por donde — dije siendo realmente franca.

Él me sonrió y apunto el siguiente pasillo

— Allí esta nuestro salón y... — fue interrumpido por la voz de un muchacho.

—¡Eh Max!

— ¡Evan! —  se volteó y chocó puños con él.

—Oye hoy se cancelo el entrenamiento, el entrenador esta enfermo— Max bufo, Evan asomó su cabeza por detrás de Max para verme, dos veces, hasta que me reconoció — ¡Layla ¿que haces aquí?!

Sonreí — Estaré con ustedes a partir de ahora.

— ¡Oye que noticia genial!— me abrazo sobre el hombro— Luego te presentaré con el equipo.

— ¿Layla eres tú?— se escucho una voz femenina a nuestras espaldas.

Me volteé para ver a Helena sonriéndome.

— ¡Eres tú!— chillo y me abrazo— ¿Que haces aquí?

—Se quedara con nosotros— anunció Max en lo que Evan me soltaba para abrazar y besar a su novia.

Max aprovecho para apoyar su brazo en mi hombro ahora.

Evan y Helena se separan del beso como si hubieran olvidado que estábamos nosotros delante y éste la abraza por detrás mirándola atontado.

Max y yo cruzamos miradas pensando lo mismo

— Que fuerte les pega el amor— reí.

— Demasiado— murmura mientras me conduce lejos de ellos.

Llegamos a nuestro salón y me anuncia que debo sentarme en la mesa detrás de él porque estaban haciendo un trabajo y, él y su compañero aun no acababan.

Resignada me senté y espere que me tocara un compañero de banco medianamente decente.

Vi a Max moverse por todo el salón saludando y charlando con chicos y muchachas, y paso lo que yo venia diciendo que pasaría, me quede sola, sin alguien con quien hablar, y sucedió mucho antes de lo que esperaba.

Bufé y me acomode en la silla  mientras sacaba las cosas de mi mochila, me volteé al sentir movimiento a mi lado.

—¿Eres nueva?— pregunto un chico de pelo largo castaño, de ojos verdes muy alto. Lo mire dos veces, desconfiando realmente de que tuviera esa altura.— ¿Sos sorda?— no supe descifrar de que modo me lo pregunto, así que decidí ignorar lo ultimo.

—Si, soy nueva— le sonreí— mi nombre es Layla.

— Gregorio— se limitó a decir y se sentó junto a mi.

Su nombre no dejo de darme vueltas en la cabeza, tenia el sentimiento de haber escuchado su nombre antes, deje eso a un lado cuando la profesora de química llego e hizo a todos sentarse.

Max volteó para verme con una sonrisa, la cual se le esfumó al ver a mi compañero. Fruncí el ceño interrogante, él se volteó sin decirme palabra. No volvió a voltearse en ningún momento.

La profesora copiaba y copiaba tarea en el pizarron, suspire extrañando mi otro colegio, las amistades que tenia allí podían no ser las mejores del mundo, pero eran mis amigos y los extrañaba.

— Eso es un isómero de función, no de posición— me corrigió Gregorio

Bufé y borre lo poco que llevaba hecho ¡Esto era jodidamente difícil!

Gregorio abrió la boca atinando a hablar pero volvió a cerrarla.

— ¿Qué?— Lo incité.

— Iba a decir un chiste de química pero mejor Na

Me quede observándolo con una sonrisa en el rostro apunto de estallar en carcajadas de tan mal chiste ¿En serio había dicho eso?.

— ¿Entiendes? Porque Na en la tabla periódica es ...— y que tratara de explicar su pésimo chiste fue la gota que colmo mi pequeño vasito.

Rompí en carcajadas en medio de una explicación de como nombrar hidrocarburos, a lo que Max si se volteo a observar. Gregorio empezó a reír conmigo.

—¡Señorita Lee!¡Señor McFlight!— farfulló la profesora y mi sonrisa se borro al escuchar mi apellido en ese tono— Acompáñenme afuera, por favor.

Y en ese instante palidecí, jamás me habían sacado del salón, mire a Max instintivamente y él me dedico una mirada de "Jodete, tu te lo buscaste".

La profesora nos dijo que esta era una advertencia pero que si se repetía nos sacaría y no nos dejaría entrar otra vez.

Asentí y entre sin mirar a nadie, me mantuve en silencio el resto de la clase e ignore los intentos del chico de disculparse.

El timbre sonó, junte las cosas lo mas rápido que pude y salí del aula pero un brazo me detuvo a seguir avanzando, mire de soslayo y visualice a Gregorio.

— Oye perdóname, si hubiera sabido que te reías tan fuerte no te habría contado tan buen chiste— dijo soltándome y cruzando los brazos sobre su pecho con aire condescendiente.

— Me reí de tan malo que era— Golpeé su hombro— no te creas comediante, morirías de hambre.

— No me creo, soy— dijo de lo mas altanero.

Alce una ceja y estuve a punto de responderle cuando un brazo me tomo por mi cintura tratando de hacerme caminar.

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Hola gente bonita🙆

🎉He vuelto, espero les vaya gustando la historia.🎉

¿Quien creen que sea la/él que me quiere alejar de Gregor?

Dejen ★votitos☆ y ♥comentarios♡

💞Los amooo💞

Layla Out💋