La Luna Azul

En el reflejo del mar

Algo por dentro cambio a Symon, el pequeño niño que vivía en el agonizaba, poco a poco, mientras veía aquella triste escena donde sepultaban a sus padres, entró en una terrible depresión a su corta edad, al llegar al apartamento de sus tíos, no se despegaba de una ventana donde se veía el mar a lo lejos, lloraba y lloraba, todos los días.

Symon quería vivir cerca del mar que estaba a veinte kilómetros del apartamento, Ryan y Caroline al ver que tanto les insistía empezaron a buscar algún lugar donde vivir para mudarse en ese lugar. Afortunadamente encontraron una pequeña cabaña que cubría sus necesidades.

No saben de qué tamaño tenía la sonrisa Symon al saber que se mudaban cerca del mar, guardo todas sus cosas y emprendieron la mudanza. Al llegar quedo tan asombrado y emocionado que no se contuvo a que su tío estacionara el coche y bajo a ver más de cerca su nueva casa.

Los días pasaban, los meses y años, Symon ya tenía 9 años, como todas las tardes siempre salía a caminar a las orillas de las olas que el mar hacía en su pacifico movimiento, caminaba viendo lejos del mar como se escondía el sol en un bello paisaje, para el significaba mucho ya que en ese mar fue donde fue ese accidente que lo cambio todo.

Symon ya no era el mismo niño de antes que le gustaba jugar con sus carritos, ya pensaba como todo un adulto responsable, maduro con la muerte, inocente con lo infantil, lo único que quería era pasar solo en su lugar de paz interior, el mar, en él se reflejaba la luna llena con un tono azulado, una vista maravillosa, sentado, vio como una estrella se acercaba poco a poco, un pequeño brillo le llamo mucho la atención, era algo que nunca había visto en todo el tiempo que pasaba en el mar.

Ese pequeño brillo cayó al mar, inmediatamente Symon se levantó para ver mejor que es lo que sucedía, del reflejo de la luna sale una mujer muy bien vestida, con un bello traje blanco y unas alas que le salían de su espalda, No lo podía creer, Symon estaba un poco asustado de lo que veía, pero tomo valor para ver qué es lo que quería esa bella dama que poco a poco se le acercaba.