Me gustas porque eres la única persona, que al verla, sale de inmediato una sonrisa de mi rostro.
Me gustas porque tienes una extraña manera de convertirme en la persona más cursi.
Me gusta ver tus mejillas sonrojadas.
Me gustas porque eres patéticamente adorable.
Me gustas porque eres perfecto, porque hasta tus defectos son perfectos para mi, porque con cada uno de ellos aprendo a quererte un poco más.
Me gustas, no porque seas algo que siempre soñé, si no, porque eres mucho más de lo que siempre soñé.
Me gusta mirarte cuando hablas, observar cada gesto que haces, me gustas porque te miras encantador cuando te das cuenta de que no tengo ni idea de lo que hablas y no puedo evitar que me guste escucharte. No puedo evitar que me guste mirarte. No puedo evitar que me gustes.
Me gusta que puedo ser como realmente soy contigo, y creo que cuando una persona te quiere tal y como eres, lo mejor que puedes hacer es quererla de la misma forma, porque ese tipo de personas son las que realmente valen la pena.
Y sería una tonta y mil veces tonta buscando a alguien más teniendote a ti.
Me gusta pero a la vez detesto que beses mi mano y que de inmediato aparezcan mariposas en mi estómago.
Pero sobre todo, me gusta que con tan solo una pregunta me hayas puesto a pensar toda la mañana en saber darte la respuesta.
Pero creo que todo lo que acabo de decir, no tiene sentido. Porque, hay preguntas, en las que dudar siempre es la respuesta.
Esto no significa que no me gustes y que seas solo un capricho para mi.
Es solo que creo, que las cosas son mejor cuando no sabes la razón de tal cosa, y poco a poco lo vas descubriendo.