Capítulo 2: "Adiós fama, hola escuela"

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La mañana teñía tenuemente las sabanas aterciopeladas de la habitación, colándose entre las cortinas cual ladrón en la oscura habitación. La joven acurrucada, a lado de su gato negro durmiendo en su almohada, trataba sin éxito evadir la luz de su rostro, tapándose más la cara con las sabanas sin éxito. La puerta de la habitación se abre, era su prima toda malhumorada espectando un "arriba" seco, los quejidos de la chica no se hicieron esperar, ignorando los intentos por despertarla de parte de su prima, "tú lo pediste" fue lo que dijo antes del acontecimiento, arroja un vaso de agua a su rostro alterándola por completo y asustando también a la gata que dormía plácidamente.

"¿¡QUE DEMONIOS TE PASA?!"

"Arréglate, que vamos a la escuela" Stephanie reviso el reloj que posaba sobre su cómoda.

"Pero son las seis y media... ¿Por qué me paras a esta hora?"

"Porque debemos entrar a las ocho para poder registrarnos y tú te tardas horas en arreglarte" resoplo Stephanie mientras su gato Princesa Kiana, que dormía con ella, lamia su mejilla "Anda, apúrate" dicho esto la morena se retiró del cuarto, la menor toda malhumorada y con paso lento fue hasta su baño para verse en el espejo, demonios estaba que le daba un infarto, las bolsas debajo de sus ojos eran bien profundas, su cabello castaño estaba esponjado casi como si tuviera el solo vida a parte, y su semblante lo decía todo. No evitada suspirar, hace menos de tres días fue que Dimitry y Chinomiko casi en venganza decidieron lanzarlos en esa locura de plan.

ChinoMiko se encontraba haciendo unas llamadas, mientras ellos no procesaban la idea de volver a la escuela, no habían ido desde que los lanzaron a la fama, estaban acostumbrados a siempre a salirse con la suya, a vivir una vida sin reglas y que nadie les dijera que hacer. Esto era malo. Con claro mal humor estaban en una limosina de camino a lo que parecía una boutique, Ramon Y Dimitry a penas se miraban de reojo, no había formas que alguno hablara con el otro sin un comentario mordaz de parte de alguno, Dimitry se escudaba ante la mirada molesta de Ramon con un "es por tu propio bien" este solo resoplaba con insolencia mientras Dimitry suspiraba con resignación. Chinomiko termino de hacer su última llamada y volteo donde la banda.

"Buenas noticias chicos, hable con los accionistas y les encantó la idea, ¿no es genial?" Estos la miraban con un "¿es enserio?", las cosas parecían solo ponerse más cuesta arriba para ellos.

"¡Ja! pero dudo que nuestros padres acepten, además mi mama depende de mí para subsistir"

"De hecho... cada uno acepto" Esto sí que los consterno a los cinco, no era raro de parte de Agatha la tía de Stephanie, que seguro la querría más tiempo en casa, o los padres de Gabriella, que odiaban su carrera de esta a raíz de su religión y ni hablar del padre de Ramon que estaba orquestando esto en primer lugar, pero los padres de Johanna vivían constantemente viajando por negocios y muy poco la veían o mostraban interés en su vida, o la madre de Gina que muchos de los gastos eran costeados por su hija, solo por la autonomía financiera que logro tramitar Chinomiko en cuanto al dinero que ganaba Gina era lo que impedía que lo despilfarrara de mala forma. "También ya logré usar apellidos falsos para Stephanie, Johanna y Ramon; Gina y Gabriella usaran los reales, de nada serviría esto si los vinculan con gente famosa" no evitaron voltear los ojos, eso justo fue la razón por la que usaron pseudónimos en primer lugar y lo que les estaba pasando factura. La limosina se detuvo, estaban dentro del tercer piso del sótano, unos guardaespaldas los escoltaron hacia un ascensor exclusivo para el personal y subieron al último piso del edificio, al abrir las puertas estaba un gran salón con ventanales de vidrio en vez de paredes, con varias sillas de peinar blancas y bastantes estantes con distintos tipos de prendas desde zapatos hasta vestidos, trajes y demás cosas.

"De Estrellas de Rock a Estudiantes Normales"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora