Capitulo siete: "No juegues conmigo, pendejo"

316 47 42
                                    

Niall

—Esto es inaceptable, señor Horan, usted, un alumno ejemplar, a punto de romper una regla de esta prestigiosa institución, no me lo puedo creer—espetó la directora.
Me sentía mal, la directora tenía razón, estaba a punto de infringir el reglamento.
Gire a ver a Harry, este tenía una expresión de fastidio, al parecer odiaba a la directora.
—¿Algo que decir en su defensa?—preguntó la prefecta.
—Lo siento mucho directora, no volverá a ocurrir—respondí arrepentido.
La directora me miró y asintió, después de eso miro a Harry y sonrió.
—Señor Styles, me temo que esta es su cuarta infracción en el mes, supongo que sabe que va a suceder—le dijo y Harry se cruzó de brazos.
—Por supuesto, como olvidar que usted me dijo que si realizaba otra actividad prohibida, sería expulsado—respondió Harry tan tranquilo.
Mis ojos se salieron de órbita y mire a Harry sumamente preocupado.
Este, al contrario de mi, acaricio mi cabeza y sonrió.
—Directora Rodríguez, yo, yo llevé a Harry a ese lugar, y también fui yo quien iba a besarlo—mentí con nerviosismo.
—Es cierto eso, ¿Styles?—preguntó a Harry.
Él estaba a punto de responder, pero fue interrumpido por mi.
—Sí, sólo que, Harry es demasiado caballeroso para dejar que algo me pase—mentí por segunda vez.
La directora y la prefecta nos miraron con desconfianza.
—Bien, digamos que le creo, en ese caso, me temo que esto irá a su expediente, y está castigado señor Horan, no puede participar en ninguna actividad de su club, por una semana—dijo severamente.
Asentí y pude notar la sonrisa de Harry.
—Si eso es todo, pueden retirarse, y señor Styles, una sanción más y será expulsado—dijo desafiante.
Ambos salimos de ahí y Harry me arrastró a la parte de atrás de los baños.
—Horan, ¿por qué hiciste eso?—preguntó con una sonrisa dibujada en el rostro.
—Pues, yo, no lo sé, no quería que te expulsarán—respondí nervioso.
Harry se acercó hasta mí y me tomo de la cintura.
—Ahora, ¿en qué estábamos?, ah sí, el beso—dijo y acercó su rostro al mío.
—Ha..Harry, yo...no debemos cometer otra infracción—dije intentando apartarme.
¿Cuándo me había vuelto tan nervioso y temeroso?
—Niall, mira hacia la derecha y dime qué ves—dijo y me abrazo.
Observe hacia dónde me decía y pude ver a Kelly y a Michael besándose, tan libremente que me dio envidia.
Sabía que era una tontería enorme eso de que los estudiantes no podían besarse con alguien de su mismo sexo, eso, nos parecía tan homofobico.
—Pero, ellos son chica y chico—respondí con tristeza.
—¿Y? Tú y yo somos chicos ambos, ¿está mal que nos gustemos?—preguntó, causando asombro en mi.
Yo jamás le había dicho que me gustaba.
—Yo, yo, supongo que no—dije nervioso.
Harry volvió a acercarse hasta mi y colocó una mano en mi mejilla.
Me atrajo hasta él, podía sentir su respiración, sus labios rozaban los míos, se sentía malditamente bien.
Terminó por juntar nuestros labios y comenzamos a besarnos paulatinamente.
Sus manos fueron a parar a mi cintura y las mías a su cabeza, específicamente a sus rizos.
Me encantaban los rizos de Harry, tan suaves, tan lindos.
Al separarnos por falta de aire, Harry junto nuestras frentes.
—Niall, yo, no sé qué rayos siento, pero, créeme me gusta la sensación de tus labios, y yo, yo, gracias a Narryisreal, al fin me armé de valor para confesarte la parte de nuestro pasado—dijo con nerviosismo.
No me fiaba de sus palabras, pero, joder, que bien se sentía besarlo, y su piel, sus rizos, su aroma.
Maldita sea, Troye tenía razón, estaba loco por este pendejo.
—Harry, ¿qué haces?—pregunte al verlo sacar un cigarrillo.
—¿No es obvio? Necesito fumar, el estrés me está matando—respondió tranquilidad.
A lo que yo, le arrebate el cigarrillo y me acerqué a besarlo de nuevo.
Él me tomo de la cintura.
Al final del beso, Harry jalo un poco de mi labio inferior.
—Gracias, me ayudó más—dijo Harry y me regalo una sonrisa con hoyuelos.
Siempre me habían gustado sus hoyuelos.
—Harry, el proyecto del profesor, nosotros, no hemos empezado, yo—comencé a comentarle con nerviosismo.
—Tranquilo, hoy iré a tu casa, ¿sí?—tomo mi mano y comenzamos a caminar en dirección a la siguiente clase.
Por primera vez, me había saltado una clase, y lo peor de todo, era que no me sentía mal.

Lilo Shipper//NarryAUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora