Min hates Park.

Irusu.

Pretender no estar ahí cuando alguien golpea tu puerta.

Jimin ya no estaba en su cama, Jimin ni siquiera ya estaba en su casa y Min odiaba la forma en que la soledad le calaba los huesos, odiaba la frialdad de esas sábanas y la ausencia de esos labios rosados en su cuerpo.

Yoongi odiaba que Jimin fuese un maleante sin remedio y odió haberse convertido en uno de ellos también, lo odió por irse aún con sus heridas frescas con la excusa de extrañar las calles, lo odió por no extrañarlo a él incluso en dos semanas.

Yoongi odió el quedarse envuelto en sus sábanas solo, mientras escuchaba el incesante golpeteo en su puerta, la dulce voz que lo llamaba amenazando con echar abajo toda la casa.

Odió fingir no estar ahí, odió que se diera por vencido y no echara abajo su casa para verlo y odió a Park, por sobre todas las cosas.