Min hates Park.

Litost.

El estado espiritual tormentoso que sobreviene cuando uno se percata de su propia miseria.

Habían ya pasado meses de la última vez que lo vio salir por su puerta, meses que odiaba, meses que Yoongi detestaba. Angustiosas horas que solo hacían crecer su odio hacia Park, que solo hacían que todo doliera aún más.

Yoongi no se percató de su decadencia hasta cuando se encontró frente a un espejo, delgado en extremo, pálido y enfermo por la falta de vitalidad, odió su reflejo y el vacío de su cuerpo, odió mirarse y pensar de inmediato en el pelinegro, odió preguntarse si lo extrañaba de la misma brutal forma en que él lo hacía.

Fue ahí en que se percató en que sus ahorros se acababan y debía comenzar a sobrevivir por su cuenta, Min odió que Park no estuviera ahí para levantarlo, para decirle que la vida seguía y que todo estaría bien aún que fuese solo otra más de sus mentiras.