Suicide Room (Rubelangel)

♚unica parte♚

Estábamos en la famosa sala de "opera" si se le podia llamar así,mi madre,mi padre y yo la vida para nosotros era normal la verdad nada nos molestaba un día estando en la escuela encontré a mis amigas viendo un vídeo el cual se titulaba "Mundo cerrado, heridas abiertas" no le puse mucha atención al final de todo la fiesta de gala llego nos fuimos de fiesta y entre tragos y cigarros empezamos a hacer retos me tube que besar con Frank la verdad era muy guapo lo bese y todos comenzaron a gritar "HOMO HOMO" la verdad lo disfrute y mucho al siguiente día me lo encontré en el salón y se mordió el labio yo le devolví el gesto.

Los días pasaron y descubrí paginas online las cuales eran suicidas me empeze a informar sobre los temas y la verdad me resultaron muy increíbles ya que nunca vi un algo hací la verdad tenia ganas de probarlo ya que no tenia nada que hacer encontré un video llamado "Mundo Cerrado, Heridas Abiertas" me llamo la atención y además me quede encerrado y no savia que otra cosa hacer le llame a mi madre pero estaba ocupada reproduci el vídeo y la chica estaba frente un ordenador(Computador) sentada trazando un corazón en su muñeca mientras apretaba un tapó blanco con la mano,me quede dormido y al paso de las horas el chico de seguridad me desperto.

MESES DESPUÉS...

La desconfianza crecía y cada día me volvía mas devil me encerraba en mi cuarto sin ir a comer tenia moretones y cortes uno de los cortes se volvieron dos y de esos dos se multiplicaron y se volvieron mas,el conocer a Mangel por la famosa pagina llamada Suicide Room fue lo único que tenia en mente la verdad lo único que quería era verlo entre sollozos y dolorosos gritos de desesperación eran la palabras para decir que nesecitaba ayuda y mucha simplemente era un dolor inmenso en mi pecho el cual no sabía como quitar era desesperante saber que no estábamos juntos y la ganas de verlo eran tan fuertes mas fuertes que el destino y que cualquier cosa que nos rodeaba en el mundo eramos dos solo nosotros dos.

N/O

Ese 10 de Noviembre no era otra noche, era la noche en que conocería a Miguel. Y sus padres se la habían arruinado, encerrándolo en su habitación, cortándole el internet, haciendo que hablara con un psicólogo del cual definitivamente desconfiaba.

Tras una gran discusión, por fin pudo escaparse por la ventana.

La hora acordada ya había expirado y la noche estaba helada, pero no le importó, necesitaba salir y conocerlo, verlo y ayudarle.

Entró al bar acordado. Busco con la mirada por todos lados. No, no encontraba esa cabellera negra y esos anteojos que lo habían citado.

Decidido, colocó una de las pastillas que le encargó Miguel, en su lengua y la tragó con ayuda del alcohol que anteriormente había pedido al barman.
Buscó nuevamente a Miguel, quizá aún tenía esperanza.

Lo encontró.

Puso observar, como a mitad de la pista, esos grandes anteojos y esa cabellera oscura sobresalía, como si la iluminación fuese solo para él.

Rubén corrió hacia él, totalmente emocionado.

Una vez lo tuvo enfrente, no dijerón palabras, no las necesitaban.

Y se fundierón en un abrazo. Rubén tenía la cabeza en el hombro de Miguel y este los brazos enrollados en su cintura.

Absolutamente nadie más que ellos existía en ese momento.

Miguel se separó y con una media sonrisa en los labios, comenzó a caminar hacia atras. Dirigiendo a Rubén a alguna parte.

Sin despegar sus miradas e ignorando todo movimiento a su alrededor, llegarón al baño del bar.

Miguel entró y Rubén fue tras él.

Una vez adentró, no logró encontrarlo.

Todo, había sido una vaga ilusión, un espejismo gracias al alcohol y las pastillas.

Inevitablemente jaló sus cabellos castaños con frustración y deseó estar muerto.

¿Por qué no?. Tenía los medios en sus manos.

Tomó un trago de la botella de licor y tragó una pastilla, después otra y así sucesivamente hasta casí terminar con el gran frasco.

Escucho voces y risas afuera. Abrió el baño con la vista nublada y las manos temblorosas, encontrándose con un par de chicos comiéndose las bocas.

Los chicos entrarón sin preguntar y Rubén, atontado por la peligrosa mezcla que consumío, les siguío divertido.

-Necesito tu movíl- pidío al más bajo de los chicos. Este sin rechiztar se lo dio.

Rubén comenzó a grabarles con el movíl. La pareja reía evidentemente afectados por el alcohol mientras se comían las bocas y sus caricias subían de tono.

De repente Rubén dejó caer el movíl por una fuerte punsada en la cabeza. Era un dolor horrible.

Unos segundos tambien estaba en el piso. Mareos fuertes y dolor intenso.

La pareja seguía riendo divertida creyendo que era algún tipo de broma. El dueño del movíl tomó el celular y comenzó a grabar como Rubén se retorcía de dolor; entre risas.

-Por favor... ayudenme- pedía el castaño desesperadamente.
-Ayuda por favor​- rogaba susurrando, estaba fuera de si, su cuerpo ya no reaccionaba como el quería.

Tras unos minutos de insufrible agonía, lo consiguío al fin.

Murío...