Ella alzaba su mirada tanto como podía para buscar la pequeña flor hecha de papel que su amado le había dado, siempre la dejaba en una de las cajas de arriba de su estante, habían días que la besaba, otros solo la tocaba recordaba con tanto amor ese pequeño detalle ya que fue su primer regalo y recuerdo de la primera cita.
Sin duda para ella guardar ese tipo de cosas era emocionante y hermoso, las notas entre sus libros era una aventura, siempre que arreglaba su cuarto las podía ver, la mayoría de ellas hablaba de cuanto la quería y lo mucho que deseaba estar por el resto de sus días a su lado.
Quizás no podía creer como un pequeño pedazo de papel podía hacerla sonreír todo un día.Ella nunca creyó en que alguien algún día por fin cumpliera su pequeño deseo de demostrarle que estaría dispuesto a quererla tal cual era, a lo natural y desarreglada, la mayoría de chicos solo se fijaban en como se vestía y se arreglaba, pero él era totalmente diferente.
Ella era un tanto complicada, pero cuando se enamoraba se entregaba en cuerpo y alma.
ESTÁS LEYENDO
Una historia más
RomanceTal vez sus días no eran interesantes y eran tan comunes como los demás, pero conocerlo fue lo mejor de su corta vida, esta podría ser la típica historia de una chica enamorada, pero realmente es Mi Propia Historia.