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Ajedrez:

Se juega sobre un tablero cuadriculado de 8×8 casillas, alternadas en colores blanco y negro, que constituyen las 64 posibles posiciones para el desarrollo del juego. Al principio del juego cada jugador tiene dieciséis piezas: un rey, una dama (o reina), dos alfiles, dos caballos, dos torres y ocho peones. Se trata de un juego de estrategia en el que el objetivo es «derrocar» al rey del oponente. Esto se hace amenazando la casilla que ocupa el rey con alguna de las piezas propias sin que el otro jugador pueda proteger a su rey interponiendo una pieza entre su rey y la pieza que lo amenaza, mover su rey a un escaque libre o capturar a la pieza que lo está amenazando, lo que trae como resultado el jaque mate y el fin de la partida.

El ajedrez no es un juego de azar, sino un juego racional, ya que cada jugador decidirá el movimiento de sus piezas en cada turno.

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—¿Are? ¿El rey juega ajedrez? Que irónico —se burlo el número 11 al entrar a la sala del club y ver al armador y carnada definitiva, sentados frente a una mesita, con la mirada clavada en el juego— ... Aunque la verdad dudo mucho que gane, incluso contra el enano.

Una risa proveniente de sus espaldas le dio seguimiento a su comentario, provocando que sus ganas de molestar al dúo raro incrementaran.

Ambos chicos le miraron con enojo, en especial el más alto, iba a reprochar, pero el peli-naranja se le adelanto.

—¡No estamos jugando! —

—Ya decía yo que era bastante raro que ambos jugaran algo tan complejo como lo es el ajedrez —soltó el comentario que rondaba por su mente, mientras dejaba su bolso en un espacio libre del lugar— Es imposible para alguien tan idiota como lo son ustedes.

—Tsukki —le regaño Yamaguchi en voz baja, pues consideraba que se estaba pasando un poco, imitando las acciones del rubio.

—Callate Yamaguchi —le dedico una mirada un tanto molesta al pecoso.

—Lo siento Tsukki... —susurro avergonzado, arrepintiéndose al instante por llevarle la contraria a su amigo.

—¡¿Ah?! ¡Para tu información es la primera vez que oímos de esa cosa! ¿Verdad Kageyama? —pregunto al número 9, en busca de apoyo.

Contrario a lo que el rematador esperaba, Tobio chasqueo la lengua y:— Guarda silencio, Hinata idiota.

—¡Hey! —

—No se me hace raro —confeso el rubio con la intención de sacarse los audífonos.

—¡Ni que tu supieras jugar! —se defendió Shouyo.

—Para tu información... —no término la frase, pues fue interrumpido...

—¡Tsukki sabe jugar muy bien! —alardeo Tadashi con una enorme sonrisa.

—Yamaguchi... —

—Lo siento Tsukki —rasco su nuca con nerviosismo, mientras soltaba una pequeña risa.

—Tsk... Yo si se jugar —

—¡Demuestralo! —le reto.

Soltó un suspiro y rodó sus ojos volviendo a poner los cascos en su sitio (su cuello), se acerco a ellos y sentó al frente de el par con energía ilimitada.

Juguemos... ¿Ajedrez?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora