Anormales.

•Siete.

 Al día siguiente, me levante al sentir un tirón en mi cabello, y mi cabeza dolía un poco. Me siento en mi cama, notando que mi Copito estaba masticando mi cabello, comiendo se podría decir.

.-¡¿Qué estás haciendo?!.-Grito un poco exaltada, y tomo a Copito en mis brazos.- Ya sé que mi cabello parece goma de mascar o algodón de azúcar, pero esto no se come.- Lo regaño, para luego tomar mi celular, observando la hora. Pego un salto al verla, eran las 6:15 de la mañana. Tenía solamente 15 minutos para cambiarme y arreglarme, restándole los 15 minutos que tardó en llegar a la escuela. Básicamente tenía media hora.

Corro hacia el baño, chocándome con la puerta de esta, pero por suerte no tenía seguro, así que se abrió con facilidad. Me mire al espejo, para luego cepillar mis dientes y lavar mi cara. Tomo mi cepillo y comienzo a pasarlo por mi cabello, haciendo que quede algo lizo. Salgo de baño y abro mi armario, sacando un crop top y un short blanco. Me los coloque, lo más rápido posible, para luego tomar mis zapatillas blancas y ponérmelas. Me dirijo a mi espejo, mirándome con detalle.

<<Te vez horrible, esa prenda hace que te veas más gorda de lo que te vez, mejor sácatela y tapate un poco más.>>

Tú cállate, yo creo que me queda bien.

Me di otra mirada al espejo y suspire, abrí mi armario y tome un saco gris de lana, algo suelto. Una vez lista, tomo mi bolso y salgo corriendo de mi habitación. Al llegar a la sala, noto que todo está a oscuras, y supuse que mi madre se había quedado dormida. Miro mi reloj, tenía exactamente 15 minutos para llegar a la escuela. Largue un suspiro, ya que no me gustaba ir con prisa. Salgo de mi casa, y comienzo a ir a pasos rápidos hacia la escuela.

Unos 10 minutos más tarde, me encontraba en la escuela. Algunas personas seguían mirándome de arriba para abajo, hablando sobre mí. Sinceramente, no me importaba. Algún día me vengare de esas personas, se las verán con mis puños.

<<Si, claro. Ellos te tocan, y te caes. No tienes fuerza en los puños, deberías comer más, e ir al gimnasio para tener algo de músculos, pero eso nunca ocurrirá.>>

Oh, qué raro. Hace 20 minutos dijiste que yo estaba gorda, ahora que tengo que comer más.

<<Cierto, estas gorda. Tienes una ventaja, podrás aplastarlos fácilmente.>>

Ignore totalmente su comentario, o mi comentario, o el comentario de mi conciencia. Como sea que se diga. Sonrei al ver a Chris acercarse a mí.

.- Hola, Emily.-Saludo alegremente, para luego besar mi mejilla.

.- Hola, Chris. ¿Cómo estás?.- Pregunte, sin borrar la sonrisa de mi rostro.

.-Bien, grac...- Un gran grito lo interrumpió, haciendo que el frunza el ceño. Gire mi cabeza, para ver a Jessica gritando mi nombre desde el otro lado del pasillo, junto a Luke. Al verlo, el beso de ayer ocupo mi mente. No sé qué le diré, tengo ganas de correr. Sinceramente estoy muy avergonzada, no quiero verlo. No estoy lista.

.-Creo que me llaman.-Susurre, sintiendo mis mejillas arder. De solo recordar el beso, mi rostro entero se tornaba de un color rojo. El asintió y se dio media vuelta, para dirigirse hacia sus amigos. Mordí mi labio y comencé a caminar hacia donde se encontraba Jessica. Al verla, hice una mueca, para luego convertirla en una falsa sonrisa.- Hola, Jess. – La salude agitando mi mano, no quería ver a Luke.

.-Hola, yo también existo aquí.- Agito su mano Luke, intentando llamar mi atención.

.-Si, hola, Luke.- Sonreí de lado, y luego deje mi mirada en Jessica.