Fiesta Familiar

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Despertó por un punzante dolor en la espalda baja, y la cabeza le dolía horrores. Los rayos de sol entraban por la ventana entre abierta de aquella habitación, se levanto un poco pues el dolor era realmente grande. Tallo un poco su ojos izquierdo con su mano libre pues la otra la usaba para sostenerse en aquella blanca cama.
Pasó su vista por toda la habitación, esa no era la suya, ¿dónde estaba?, se levanto con muchísimo cuidado de la blanca cama y salió de la habitación, atravesando un angosto y largo pasillo llego al salón principal, al llegar allí un olor agrio a cerveza inundó sus fosas nasales, siguió caminando y pasando su vista por aquel lugar, vio unas bolsas de basura. Seguía sin saber donde estaba, se acerco al espejo que estaba en ese lugar y reconoció la ropa que llevaba puesta, misma a la que no le había prestado atención al principio. La camisa era roja y tenía entre colores blancos y rojos escrito "Pierce The Viel", esa camisa se la había regalado a Bastian cuando cumplió 20, se fijó más abajo y vio que tenía el pantalón de Deportes que solían usar en la secundaria. Considerando la altura y anchura de su amigo, aquel pantalón le quedaba bien, pero la camisa era realmente grande.

- ¿Ya estas despierto? -Pasó su mirada a su mejor amigo, quien lo veía desde la puerta de la cocina. Él vestía con un pantalón de pijama holgado negro. Trató de caminar hacia él, sentía una gran necesidad de estar cerca de su amigo, pero el dolor regresó justo en el momento en que él había dado el primer paso.- ¿Aún te duele? -Vio a su amigo acercarse con rapidez al lado suyo al este ver la expresión de dolor en su rostro.- Sera mejor que te recuestes, además, seguro que tú cabeza también te duele, llegaste ebrio a mi casa, y para hacerla peor bebiste más dentro. -Escucho la risa animosa de su amigo, por alguna extraña razón, esa normal y divertida risa que siempre oía, ahora sonaba melódica a sus oídos, masculina pero hermosa. Cuándo Bastian por fin se acercó a él lo suficiente, con una de sus manos tomó su brazo con cuidado y la otra la posó sobre su espalda, una extraña y deliciosa sensación recorrió su cuerpo al momento que fue tocado por su amigo. ¿Qué le estaba sucediendo?- ¿Estas bien, Yurik?

- Yo... Ah... Sí, ¿estoy en tu departamento? -su amigo, sin moverse de aquella posición, asintió suavemente al momento que pegaba el cuerpo de su amigo a su pecho y lo llevaba de vuelta a su recámara.- ¿Cómo llegue aquí?, ¿p-porqué me duelen tanto la cabeza y la espalda?

- Ayer bebiste mucho... -Recostó a su amigo en su cama con mucho cuidado.- Es normal que tengas resaca. Y lo de tu espalda... -Bastian trago saliva un poco duro, estaba nervioso, pero no tenía que dejar que se note.- Seguramente te caíste cuando llegaste a mi puerta, cuando llegue estabas en el suelo.

- Uh...-Se acomodó en la cama de su amigo, el estar entre su pecho y sus brazos lo hacía sentirse bastante bien, pero, ¿porqué?, levantó la mirada hacía su amigo y vio ese rostro que durante años quiso entender, pues era sumamente inexpresivo, nunca le había prestado atención, su amigo era realmente atractivo. Sus cabello negro un poco largo y muy brilloso, su piel entre blanca y morena y sus ojos cafés claros, en verdad envidiable, por lo que no se le hacía raro el saber que su amigo era todo un galán en la escuela y fuera de ésta.- Ahora entiendo... Uff, ¿no tienes hambre? Yo tengo hambre...

- ¿Eh? Oh, si, se cómo te pones en estas ocasiones así que te prepare algo picante, para bajarte la cruda. -Bastian se levantó de su cama listo para ir a preparar la mesa, cuando sintió que algo tiraba ligeramente de su pantalón de pijama.- ¿Pasa algo?

- ¿Eh?... -La acción de Yurik había sido sin pensar, no quería que su amigo se alejara de él, no quería tenerlo lejos, ¿qué sucedía con él?- N-No nada, jaja, ¿puedo ir contigo? -Soltó a su amigo del pantalón mientras bajaba la mirada.

- ¿Qué? Claro que no, casi no puedes estar en pie, por mucho quedate en cama unas horas, iré por tu almuerzo y saldré, ¿estarás bien sólo? -Yurik alzó de nuevo la mirada hacía su amigo, quien sacaba de su armario un pantalón negro y una camisa de vestir blanca, ¿a dónde iba?- Traeré tu comida, ya regreso. -Vio salir a su amigo de la habitación y regreso su vista a aquella vestimenta, ¿a dónde iría con esa ropa?, ¿con quién?, ¿por qué? Mantenía la mirada hacía ese traje con todo tipo de ideas locas en su cabeza y, sin darse cuenta, comenzó a lanzarle una mirada de oído. A donde quiera que fuese Bastian, él tenía que saberlo, tenía que saber dónde estaría y con quien, ¿a que hora se supone que llegaría?, ¿lo dejaría allí solo?, ¿se vería con alguien?, tenía que averiguarlo.

Espérame, te veré en 10 minutos [Gay-Yaoi] [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora