capítulo 1: Un día como todos

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Narra Rubén

-Hijo...-Dijo una vos muy familiar.

 -¿Mamá? ¿Eres tú?-Dije al reconocer la voz, era mi madre.

-Si hijo, soy yo, tu mamá...-Al mirar a un lugar oscuro, estaba ella parada. Enseguida se me formo una sonrisa de oreja a oreja y corrí a abrazarla. 

-¡¡Mamá!!..-Cuando quise abrasarla, ella no estaba, estaba todo oscuro. -¡¿Donde estas?! - Grité. -¡¿Mamá?! -Nadie respondía.-¡¿MAMÁ?! -Grité con todas mis fuerzas.

Me levante de un salto, desde que mi madre falleció, no dejo de soñar con ella, me hace mucha falta, la extraño.

Cuando me acosté devuelta para poder relajarme un poco, entro mi abuela a la habitación.

-Buenos días Rubén...-Dijo mientras me traía el desayuno. Ella sabe que cuando "bajo" a desayunar tan solo agarro un vaso de jugo con una tostada y me voy a mi habitación, por eso ella me lo trae.

-Buenos días.-Dije algo cortante, la verdad que tan solo pensar que era lunes, ya me ponía de mal humor. No hay cosa que mas odie que los lunes, bueno en realidad odio todos los malditos días, pero mucho más los días de semana, no me gusta tener que ir a esa horrible escuela, o a ninguna otra, pero lo hago para complacer a mis abuelos, así les demuestro que los quiero mucho.

-Te dejo el desayuno por aquí ¿si?.- dijo y asentí.

Me levante con mis malas ganas y me dirigí al baño, me lave los dientes y la cara, lo que todo hacemos cuando nos levantamos. Me vestí con unos jeans negros, una camisa negra y mis zapatillas negras. Si lo se, mucho negro, pero no me gustan los colores alegres, ya que no me identifican. Me tomé el jugo que me trajo mi abuela y me dirigí al instituto.

Cuando llegue al instituto, me senté en mi lugar.

Luego dos horas de historia, sonó el timbre, salí al patio con mis audífonos para sentarme en el banco mientras escuchaba música. Luego de unos minutos, Tomas y Lucas se me acercaron, ellos dos siempre me molestan, cuando los vi venir ya sabía lo que iba a pasa, me iban decir "Hola chico raro", me iban a golpear y se iban a ir, así que me levante para ir al salón de clases, donde podría estar solo y sin idiotas molestándome. Cuando me levante para irme ellos me detuvieron, y bueno, lo de siempre, un golpe por parte de los dos, y yo tirado en el piso.

Cuando se fueron corriendo para que ningún profesor los mirase, me paré para ir directo al baño a limpiarme el labio, ya que me sangraba. Entre al baño, me limpié el labio, y me miré al espejo.

-¿Por qué tan solo no me mato?- Me dije por dentro. En ese momento quería darme la cabeza contra la pare, tan solo quería dejar de ser una molestia para este mundo, y... quería volver a ver a mi madre, la extraño mucho, ella siempre me abrazaba cuando estaba triste, y me calmaba con sus hermosas palabras, pero... ella ya no esta, y nadie va a ocupar su lugar, nadie. 

Cuando terminó mi horario del instituto me dirigí a mi casa, cuando entré, mi abuela noto mi labio sangrando.

-¿Qué te paso en el labio?- Preguntó.

-Nada. Me voy a mi habitación.- contesté frío.

Entré a mi habitación, y bueno como siempre, lo mismo, deprimirme por la mierda de persona que soy, y cortarme, no hay mejor cura para un dolor que ese...

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Holaaa!!! Espero que les haya gustado esté capítulo, se que es muy corto, pasa que es el primero y ta, gracias por leerlo y no se olviden votar ;)

PD: esté capítulo está dedicado a Avril A-V. Gracias a ella estoy escribiendo esto. Besos!!..



"Mi Unico Amor, Eres Tú"       RubelangelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora