Como cada noche, después de tomar un baño, Hoseok apaga la luz de la habitación y enciende la pequeña lámpara en su escritorio, saca de uno de los cajones un viejo y pequeño cuaderno color café, hecha un vistazo a las páginas y sonríe. El pequeño cuaderno es como un tesoro para él pues, su mamá se lo obsequió cuando cumplió los diez años, a partir de ese día comenzó a escribir poemas, dibujitos, y todo lo que a su pequeña cabezita de 10 años se le ocurría. De eso habían pasado ya unos años y las últimas páginas se encontraban rellenas con dibujos y cartas... Dibujos del rostro de Jimin y cartas para Jimin. ¡Que genial! Hoseok enamorado de uno de sus compañeros de banda. Si. Desde hace unos días, dormir se le ha hecho algo imposible pues, al cerrar los ojos la imagen de su pequeño amigo pelinegro le viene a la mente.
Aunque no lo parezca, Hoseok es un chico muy tímido y lo único que se le ocurre para curar la gran tristeza que siente al no tener a su lado a Jiminnie, es escribirle una carta.
Así que arranca una de las hojas de su valioso cuaderno y comienza a escribir.
Jiminnie, mi pequeño. Muchas veces me has preguntado por qué te protego, por qué me molesto cuando abrazas a Jungkook, cuando te recargas en el hombro de Yoongi, cuando le haces cosquillas a Taehyung y de verdad todavía no entiendo cómo es que no te das cuenta, es muy dificil para mi escribir esto pues sé que me arriesgo a perderte, a que te alejes de mí.
Me gustas Jimin, te amo Jimin, me es imposible no perderme en tus ojos color avellana y las arrugas que se forman en los costados de ellos cuando sonríes, enredar mis dedos en tu melena teñida es una de mis cosas favoritas, lo adorable que te ves cuando estás tomandote selfies, los ruiditos que haces cuando comes y sin duda amo cuando frunces el ceño y tratas de parecer rudo pero bebé, eso no te va. Amo tu risa pegajosa y más cuando soy yo quien la provoco, tu nariz aplanada y tus dientes chuecos, disfruto mucho pasar mis dedos por tu largo cuello y que reacciones tal cual gato erizandose.
Me siento débil al escribir que estoy enamorado de ti, tengo miedo de no ser correspindido, sabes. No quiero ilusionarme e imaginar que sientes algo por mí, pero no puedo equivocarme cuando digo que veo un brillo en tus ojos cuando me miras, cuando te sorprendo observándome inmediatamente bajas la mirada y tus lechosas mejillas se pintan de carmesí, cuando estamos acurrucados en la cama y pongo un brazo en tu cintura tu respiración se vuelve pasada, he visto como miras mis labios con deseo y en mi mente sólo hay una pregunta ¿por qué no me besas idiota?, puedes ser un pequeño inocente y aunque aveces me desespera que seas tan despistado puedes llegar a sorprenderme cuando tratas de provocarme, eres tan coqueto Jimin, empiezas poniendo tu dedo índice sobre tus labios carnosos y acabas con la mirada de todos puesta sobre tí, eso me duele, me duele cuando intentas llamar la atención de los demás, ¿que no te conformas con tener toda mi atención puesta en ti?.
Te quiero demasiado minnie, y no importa cual sea tu respuesta estaré aquí como tu mejor amigo, como tu hermano y compañero de crímenes.
-Hoby Hyung.
Hoseok tomó la hoja entre sus largos dedos y la dobló por la mitad, sacó un sobre de uno de los cajones en el escritorio y colocó la hoja de papel dentro. Sus orbes ya se habian puesto un poco acuosos, sin duda había plasmado sus sentimientos a Jimin en aquella maldita hoja. ¿cómo reaccionaría el pequeño pelinegro? La idea le erizó los vellos a Hoseok.
Hoseok salió de su habitación en dirección a la de Jimin y guardó el sobre en sus pantalones de pijama. El corazón le palpitaba a una velocidad impresionante, las piernas le temblaban y sus manos estaban sudando.
Caminó por el largo pasillo, sigiloso y con el cuidado de no hacer ruido y despertar a alguno de los chicos, estaba emocionado y una sonrisa se dibujo en su rostro cuando imaginó al pequeño Jimin diciendo que sí, que tenía los mismos sentimientos.
Hoseok tenía la intención de dejar el sobre encima de la mesita a lado de la cama de Jimin y así, el pequeño la leería cuando despertara. Consideró tocar la puerta pero eran las tres de la mañana y probablemente Jimin se encontraba soñando, mala idea. Al entrar a la habitación la luz estaba encendida y se encontró con las sábanas revueltas sobre la cama, Jimin no estaba ahí pero sí algunas prendas y ropa interior en el suelo. Hoseok sintió su corazón agaloparse y comenzó a temblar, un escalofrío recorrió su espina dorsal al escuchar un par de risas que venían del baño, pudo escuchar la risa de su Jimin, la curiosidad pudo con él, no tenía nada que perder, su corazón ya estaba roto y ya nada podía repararlo.
Se asomó al baño y sus ojos comenzaron a picar, no quería llorar, tan sólo miró unos segundos y no resistió.
La escena le revolvió el estómago pues Jimin... Jimin y Yoongi estaban desnudos. Yoongi besaba el cuello de Jimin con desesperación y apretujaba con sus manos el culo desnudo de Jimin, los dos parecían estar en su propio mundo, Hoseok no dejó de pensar que Jimin parecia un ángel, labios rojos e hinchados, ojos cerrados y su cuerpo cubierto en sudor. Entonces Hoseok lloró porque Jimin jamás será suyo.
Limpió las lágrimas que tenía en el rostro y sorbió su nariz.
—Yoo..ongi e...escuché algo— dijo Jimin entre jadeos
—¿De qué estás hablando?, Quedate quieto—
—No, espera aquí saldré a ver. No queremos que nadie nos descubra o ¿si?— Jimin salió del baño y no encontró a nadie en la habitación así que regresó al baño junto con Yoongi.
Hoseok ya estaba en su habitación, metido en la cama, absorto en sus pensamientos, las lágrimas amenazaban con salir, que estúpido fue. Después de algunos minutos quedó dormido.
(...)
—Buenos días Hoby Hyung— dijo Jimin bajando las escaleras y una enorme sonrisa en su rostro.
—Buenos días— apenas se escuchó la voz de Hoseok que no quitaba la mirada de su plato con cereal.
—¿Te pasa algo Hoby? Dime quién te ha hecho sentir mal para que le dé un golpe.
—Todo está bien Jiminnie, todo está bien—
—Adivine qué, Hyung—
—¿Qué pasó Jiminnie?— Hoseok trató de lucir lo más emocionado posible.
—Yoongi, ehm... Yoongi y yo estamos saliendo—
— Wow, que genial. ¿Lo saben los demás?— dijo Hoseok levantando los dos pulgares y sonriendo.
—Nop. Sólo lo sabe usted, ya sabe que le tengo mucha confianza y es mi mejor amigo—
—Pues felicidades Minnie, que seas feliz—
Hoseok se levantó y recogió su plato, subió hasta su habitación y sacó su cuaderno café, los dibujos, los poemas y cartas que estaban dedicadas a Jimin fueron arrancadas y rotas en mil pedazos, la carta que le escribió la noche anterior fue hecha añicos, el papel estaba roto y tirado en el piso, al igual que su corazón.
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