Y así me enamoré

Todo comienza a emerger...

Todos los días, me sentía totalmente atraído por ella, a la semana no dudé en decirle completamente lo entregado que yo estaba a ella, que me gustaba, mejor dicho me encantaba pero todas las historias tienen un conflicto, sus padres no aprobarían nada por el estilo, estaba entre decirle a ella todo lo que sentía al verla, al tocar su mejilla con un lindo beso en el cachete, al pensarla, moría por decirlo, solo no quería arriesgar nuestra amistad que era muy sincera y divertida tendría que admitir, lo pensé mejor, no quería arruinar una gran amistad por una relación amorosa, además de que no sabía si ella sentía algo por mí, así que decidí no hacerlo y disfrutar al máximo esta grandiosa amistad que vivía a su lado. Rocío tenía una mejor amiga llamada Keila que por cierto no duró mucho tiempo en que también se convirtiera en mi mejor amiga, era muy simpática, íbamos a nuestras casas y jugábamos, podía contarle mis cosas y nos la pasábamos de maravilla, para eso después de unas semanas de que decidiera no decirle a Rocío lo que sentía por ella, una chica de mi clase que tenía mucho tiempo de que yo le gustaba, no puedo negarlo no era nada fea, sus ojos eran muy hermosos y compartíamos muchos gustos, me aclaró que yo le gustaba y me puse muy nervioso, recuerdo que sudaba por no saber que decir, en eso llego mi salvadora entro Keila a mi salón de clases y me hablo, le conté todo lo sucedido y ella me dijo que me arriesgara a ver que pasaba, debía seguir adelante y ver todo con la frente en alto, decidí acercarme a Gabriela (Así se llamaba mi amiga) y decirle que sentía lo mismo, lo recuerdo muy bien, le brillaban los ojos con tanta dulzura y ternura, estaba enamorada, a final de cuentas estar enamorado significa entregarte total y apasionadamente a la otra persona claro si es correspondido, era por lo que ella estaba pasando.