Mi Último Recital

Capítulo I

El pánico me entumecía las manos, era como si hubiese olvidado cada recuerdo, cada recuerdo de ella.
La música clásica, esa era mi felicidad. Las notas musicales, aquellas que me hacían sonreír con solo escucharlas.

Toda la luz que antes resplandecía en mi interior, aquella estrella, fue muy egoísta al apagarse.
La oscuridad me envolvío, y me consoló. ¿Hace ya cuánto de eso?
Lo recuerdo.

Lo recuerdo, pero no quiero recordarlo.
Nuestros corazones vibraban al paz de la música.

Éramos sólo ella y yo, nuestra distancia, nuestras respiraciones y el sonido cruel del violín, acompañaba nuestro pequeño recital.
El sonido de mi piano.
Me hacía volar.
Y caí, caí feliz esperando por ella, pero... ella nunca volvió.
Ella siguió volando, sólo, que sin mi.

Tenía miedo, tengo miedo.
Mis manos inútiles, ya no son capaces de emitir ningún sonido hermoso.
Sólo pueden provocar pequeños sollozos débiles.

"¿Tú, puedes olvidarlo?"

Al recordar esas palabras, por muy extraña la razón que sea, no pude evitar que se dibuje una sonrisa en mis labios.
Aún la recuerdo, como a esas canciones que solía escuchar de niño en casa de mis abuelos.

Mi padre murió, y mi madre ya tiene otro compromiso.
Todas estas cosas son algo difíciles para un adolescente de 16 años.
Vivir solo me ha ayudado mucho, ya no me siento solo. No es que no me guste acercarme a los demás, sólo es difícil hablar en el idioma de los humanos.

Me encuentro en el suelo, tratando de concentrarme, pero...

- Hey Gabriel, te eh buscado por todos lados.

Eh aquí, la razón principal de mis desastres. Annastacia
Pero de cariño Anna

-Tranquilizate. ¿Para que me nesecitas? - contesté un poco aburrido

-¿Eh? ¿Como que para qué? !Esta lloviendo! No quiero volver a casa sola - Dijo ella, con un tono de niña pequeña.

- Espera un momento.
- ¡Apresurate! O ya verás - Dijo ella molesta
- Sisi, dejame ir por mi mochila

Ella es Anna, vive al frente de mi casa , siempre hemos sido buenos amigos.

- !Hey nos vamos! - Dije un poco impaciente.
-!Ven! - Parecía una orden
- ¿Que pasa? - Pregunté sorprendido por su cambio de actitud.
- Abra un concurso de piano, no te gust...
- No, y bien ¿Nos vamos?
- ¿Por que no? Pienso que tu podrías ganar, tocas realmente bien. - Su tono de voz de debilitaba poco a poco.

Y yo solo empiezo a caminar, bajo el llanto del cielo. Las cálidas hojas de otoño se fundían con el lodo.
Y atrás mio sentía como sus sentimientos trataban de llegar a mi.

- Sabes Anna, hoy, hay una gran posibilidad de que haga mal tiempo.

...

- Eso no importa, igual el sol saldrá y opacara a las nubes.
-¿No sería "iluminar" a las nubes? - Pregunté vacilante.
- Acabo de decir algo bueno, no lo arruines tonto.
- Volvamos a casa pronto, camina, chica lista -  Lo último lo dije algo divertido.

Sólo quería verla sonreír, su sonrisa distorsionaba mis sombras.

- Soy una genio ¡Jua jua jua!

"Esa risa no puede ser normal"

- Eres tan escandalosa - Fue lo único que atine a decir.