Dunkirk [LS].

Soldado ¿quién es él?

Decir que Louis no quería volver era una total mentira. Pero faltaba tan poco para que todo aquello terminara. Pronto sería feliz. Tendría que pasar por miles de comentarios ofensivos pero estaría bien. Sólo tenía que sostenerse fuerte de algo que lo hiciera aguantar lo suficientemente para salir adelante. Harry.

Oh, Harry. Recordó su imagen mientras agarraba un taxi que lo dirigía al aeropuerto. Como le dolía despedirse de él siempre. Miraba hacia las calles. Autos pasando, parejas tomadas de la mano. ¿Algún día podría él estar en esa situación?

El viaje fue corto. Pidió un vuelo a México y se sorprendió al ver que todo estaba planeado. Gruñó con frustración. Sólo bastó pedir el boleto para ver que ya había uno con su nombre. Y que cuando arribara al aeropuerto partiera lo más rápido posible a un hotel de nombre extraño.

Se subió molesto al avión. Tomó su lugar y se alegró de que no hubiera gente que lo reconociera, y si fuese así, nadie le estaba tomando importancia.

Se fue a su playlist de su teléfono y se colocó audífonos que siempre traía en su chaqueta. El viaje duró dos horas y media. Bajo hacia el aereopuerto para después subir a una camioneta que lo trasladaría a su lugar de reunión. Llegó alrededor de las siete de la noche.

Miró aquel hotel. México era precioso, y por supuesto aquel lugar donde se hospedaría también lo era. Se encontró una fan. Rápidamente le sonrió y se tomaron una foto. Sabría lo que pasaría. La chica subiría la foto a su red social, otras le preguntarían en que lugar se encontraba, ella respondería y tendría a una gran cantidad de personas fuera del hotel esperando a que saliera. Sonrió. Imposible pasar desapercibido.

Las fans latinas eran intensas.

Saludo a la recepcionista, la cual le dio su número de habitación, en la cual por supuesto, estaba Danielle. Suerte que, siempre era una habitación doble. Así qué Louis nunca dormía con ella. Esos comentarios le desagradaban, eran chismes, los cuales provocaban inseguridad y tristeza en Harry.

Se adentró a la habitación. Danielle se emocionó al verlo.

-¡Louis!-chilló.

-Hey.

-¿Cómo te ha ido?-preguntó.

-Excelente. -dijo sonriendo, mientras se quitaba la chaqueta que traía puesta, ya que hacia un calor terrible.

Ella lo miró pestañeando. Por supuesto. Había chupetones en todo su cuello. Totalmente visibles.

-Oh.-murmuró ella desanimada.

Louis la ignoró. Se dirigió al baño de la habitación y se cambió de ropa. Agarró unos shorts hasta la rodilla y una camisa blanca de Harry para después tomarse una foto y subirla a su Instagram.

Le gustaba aquello. Le gustaba ponerse ropa de Harry y que todos lo notaran. Que hicieran esos comentarios de Larry, los cuales, pocas personas sabían que era cierto. Algunas sospechaban, y eso lo emocionaba. Le hacía dar cuenta que a pesar de fingir que no eran nada, el amor que se sentían era imposible de ocultar del todo.

Cuando todo acabara, saldría del closét con Harry a su lado. De la manera más romántica y patéticamente cursi por parte de Louis, demostrándole perdón por cada vez que él había lastimado su corazón.

Le mandó un mensaje.

Te quiero, Harry.

Se encargaría de decírselo siempre. Era una promesa.

El sueño se apoderó de él, y decidió hacerle caso. Irremediablemente se durmió.

----------------
Aquel día era sábado. Partiría el domingo en la noche y llegaría al set de Harry en la mañana del lunes.