Necesito ayuda. Algunos dicen que estoy loca, orate, demente. Otros comentan que soy paranoica, obsesionada. Creen que me estoy consumiendo a mí misma; que lo único que pienso es en eso, en él.
No es nada fácil dejarlo. Nada sencillo. Mis amigos no comprenden mi comportamiento. Jamás lo entenderán. Nuestra relación es extremadamente complicada. La verdad que no sé cómo he llegado tan lejos. Tengo miedo de perder esta batalla, de romperme en mil pedazos en la mitad del trayecto. Tendrías que estar en mi lugar para captarme.
Parezco una arrastrada. Ando detrás de él todo el bendito día. Sigo sus pasos cual sombra en la noche. Sé cosas que él no me diría a la ligera y sin preguntar por qué. Sé quiénes son sus amigos. Sé hasta qué hora se queda despierto. Sé algunas cosas sobre su familia. Sé, sé y sé.
No creas que a veces no quiero desertar. Por supuesto que sí. Te cuento que lo he ignorado por varios días a ver si venía y me buscaba, si preguntaba por mí. Yo sabía lo que venía pero hice caso omiso a lo que iba a pasar. Tenía fe, esperanza. Pasaron horas, días; nada. Nunca vino. Nunca se acercó. No fue a buscarme. No hizo nada. Absolutamente nada.
Pero hay algo dentro de mí que me impide abandonarlo. Debo confesar que tengo un vicio con el horóscopo. Resulta que soy capricornio y se dice que nosotros no tenemos corazón, y si lo tenemos, es de hielo. Según el zodíaco, las cabritas no se enamoran, pero ese no es mi caso. En lo que si coincido es que somos persistentes, hacemos de todo para lograr nuestras metas. Creo que ese espíritu está impregnado en mí. Es verdad: estoy enamorada.
A veces me dedico a ver la vida pasar. A veces, mientras hago tareas y veo hacia la ventana, de inmediato me transporto al laberinto que tengo como mente. Uso a imaginarme situaciones que nunca van a ocurrir. Me ilusiono yo misma. Creo imágenes en mi cabeza con el propósito de calmar mis ansias, calmar mi adrenalina, calmar mi desesperación.
Saturo a mis amigos hablándoles de él todos los días y todo el tiempo. Les cuento detalle a detalle cosas estúpidas e insignificantes que suceden entre nosotros. Lo cual, ahora que lo pienso, no sirve de nada: solo es para compartir mi triste felicidad. ¿Y por qué digo triste si la felicidad es lo contrario? Porque tanta euforia, tanta efusión, tanta alegría termina en una realidad, la cual es melancólica, triste y dolorosa.
Muchas veces he intentado olvidarme de él. No puedo. Es la cosa más difícil del mundo. Siempre está ahí. Pero yo soy la que lo permite quedarse. No puedo dejar ir tan fácilmente algo en lo que he trabajado por mucho tiempo. He gastado tiempo valioso por dedicarme a investigar y aprender más. Pero claro, estoy cegada por la fantasía.
He hecho caso omiso muchísimas veces a las opiniones y consejos de mis amigos. Me dicen que lo deje. Que él es el que tiene que buscarme y no yo a él. Pero lo que ellos no saben es que él no es cómo piensan. Nunca va a buscar a nadie, está inmerso en un universo paralelo. No se interesa por mí; no me pregunta jamás por qué llevo esa cara, qué he hecho el fin de semana, cómo estoy o cómo me siento.
Soy reacia a entender y escuchar consejos que lo único que buscan es ayudarme y hacerme entrar en razón. No me gusta escuchar la verdad en la que vivo. Habito en una burbuja irrompible e impenetrable. La realidad duele, y bastante. Por eso, no me gusta que me lo recuerden. La fantasía es mejor, hacerse ideas falsas te hacen feliz.
Trato de ser fuerte ante los demás. Creo una barrera para que no puedan lastimarme ni que me vean en mi debilidad. Intento llevarlo de la manera de que no se note mi sufrimiento pero hay veces que la cólera, el dolor, la desesperación me ganan y dejo que libero una porción de mis sentimientos expresados en enojo y frustración.
¿Llorar? Hasta ahora no lo he hecho: todo sigue acumulándose en mi interior y no quiero saber qué es lo que ocurrirá cuando salga.
Lamentablemente, estoy perdida en esta situación. Totalmente frustrada, he caído en la cuenta de que no hay alguien o algo que me dé una solución. Cada vez que tengo una idea y la ejecuto, sale todo mal. No sé qué hacer ni cuanto más pueda seguir.
Solo estoy segura de algo: necesito ayuda.
1)
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Mental waste
RomanceWhatever... Just words that one day no one will remember... Just deep feelings that only can be expressed with writing... Just reflexions about life... Just me... Just you... Just us.