Hay recuerdos que te sacan lágrimas, risas y demás.
Para mí, este es un recuerdo agridulce, algo que no se podría clasificar en bueno o malo, algo que hizo estragos en mi interior y cambio mi forma de pensar.
Estos son los inicios, o lo que recuerdo de ellos.
Lo primero que se me viene a la mente es la particular manera de hablar con él por primera vez, ya que simplemente contesté una llamada que no era para mí, sino para una amiga.
¿Quién iba a decir que terminaríamos hablando? ¿Quién iba decir que la espontaneidad y carisma que encontré en aquella persona iba a lograr que pasara toda la noche pegada al celular esperando recibir un mensaje de vuelta?
Simplemente fue una coincidencia, él fue una agridulce coincidencia.
¿Recuerdas la primera vez que hablamos?
Yo me hallaba visitando a mi abuela en vacaciones, así que ese día estaba pasándolo junto a mi prima y sus amigas. Sonó el teléfono y conteste. Tú simplemente estabas tratando de comunicarte con una de las chicas que estaban ahí. Nos quedamos hablando un rato hasta que te la pasé.
Horas después, resultamos enviándonos mensajes vía email. A decir verdad sólo hablamos de estupideces esa noche, pero eras tan espontáneo y carismático, que disfruté mucho aquella charla.
Aún no me hacía la idea de lo que podías llegar a ser para mí.
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Lo que fue de nosotros
General Fiction..... Fue inevitable. El conocernos. Enamorarnos. Fue inevitable. El tener problemas. Lastimarnos. Fue inevitable, lo sé. ¿Pero será remediable? ¿Tú lo sabes, querido imbécil? ¿Sabes el por qué de nuestra amistad? .....