Disidente de su sueño, sin control del haber, es guiado a travez de la fortuna y la tormenta, quien no le vale el anhelo de saber la realidad, se pierde entre el afan y el apetito de quienes lo pretenden, pues no hay mal que no convenga a quien duerme en armonia, y no hay bien que no atañe a quien se pierde en el ensueño.
Es asi como entre juegos de palabras retumba en nuestra vida el espejismo del deseo y el poder.
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