La llamada |Cap 2|

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Narra Lia

-¡Hola! -dijo Liam depósitando un beso en mi mejilla tan pronto llegó.

-¡Hola! -respondí al saludo.

-Me alegra que hayas podido salir conmigo hoy.

-A mi también. Disculpame por haberte cancelado así pero es que tu sabes cóme es la vida de un periodista.

-No te preocupes, yo te entiendo perfectamente. ¿Qué te parece si vamos al parque un rato?

-Claro, vamos.

Caminamos uno al lado del otro sin emitir ni una sola palabra. Teníamos confianza pero no tanto como para hacer las locuras que hacemos frente a nuestros mejores amigos.

-¿Cómo vas con lo del modelaje aquí? -pregunté para romper el silencio que se había dado entre nosotros.

-Voy muy bien, de hecho más bien de lo que esperaba. Mañana tengo que hacer unas fotos para la nueva colección de Calvin Kleins.

-Eso esta muy bien. Tal vez vea esas fotos después. 

-Sí claro. Si todo el mundo me va a ver medio desnudo que lo hagas tú no importa.
Los dos nos miramos y nos hechamos a reí.
-¿Tú nunca haz modelado? -pregunta él mirandome de arriba hacia bajo.

-No, realmente eso no es lo mío. ¿Por qué? —realmente nunca me había imaginado yo como modelo, no era lo mío, las modelos deben vivir en una estricta dieta todos los días y yo reclamente no podría vivir sin comer todo lo que me apetezca el día que me apetezca.

—Eres muy hermosa, cualquiera pagaría por ver una revista tuya o ver un defile de modas tuyo.

—No lo creo, pero de todos modos no es lo mío salir medio desnuda en portadas o defiles de moda. —lo miré —digo no te ofendas. No juzgo tu trabajo.

—Tranquila, no eres la primera que me lo dice. Mi madre opina exactamente lo mismo que tu. Odia mi trabajo porque dice sus amigas se pasan hablando de mi y ella no soporta las viejas verdes.

No pude evitar reírme con su último comentario. Liam, es muy chistoso y siempre tiene un tema de conversación. Pasar tiempo con él es muy agradable, aunque a veces me siento un poco incomoda con él. No me pregunten por qué, porque realmente no lo sé.

—Deberíamos de hacer estos paseos más a menudo por el parque. Realmente había olvidado lo hermoso que era los Los Angeles. —él observaba la naturaleza del parque con mucha determinación. Parecía ser que le gustaba mucho la naturaleza.

—Cuando quieras podemos repetirlo, incluso invitar a Sara y Zayn. —caminé hacia un banco que está a unos metros de distacia de nosotros y él me siguió.

—Claro, eso es una excelente idea.

Yo me senté y él se sentó a mi lado. De un momento a otro el silecio nos invadio pero rápidamente él rompió ese silencio.

—¿Tus padres viven aquí?

—No, mi hermano y mi madre viven en San Francisco. Mi padre murió.

—Oh yo lo siento, no debí preguntar eso.

—Descuida, ya está más que superada. Pasó cuando yo era muy pequeña. Y ¿los tuyos?

—Mis padres viven en Londres. Tengo dos hermanas mayores que ya están casadas.

—Eso es interesante, ¿ya eres tío?

—No, aún no lo soy y la verdad muero por serlo.

—No te desesperes. Las cosas llegan cuando deban llegar.

Nada es lo que parece •NH & HS• EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora