Blood Psychopath // Jalonso Villalnela

Four

Estaba demasiado nervioso, por qué hoy era mi primer dia en el equipo de atletismo de la preparatoria.

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Corrí a los vestidores y me cambié los pantalones por un short más cómodo para el entrenamiento, miré la hora en mi celular, mierda! Se me estaba haciendo tarde! En mi primer dia de entrenamiento, salí corriendo de los vestidores y me dirijí a las canchas de atrás del edificio, mientras corría me quité la playera y me puse la del entrenamiento, varios chicos ya estaban formados y el entrenador estaba enfrente de ellos como dándoles ordenes.

-Por que a estas horas joven Canela?, es su primer dia de entrenamiento y usted llegando tarde!- gritó el entrenador.

-Perdón.. es que...-

-De castigo va a hacer 50 lagartijas!- me interrumpió e hizo un sonido con su silbato indicándome que me agachara a hacer las lagartijas.
Mierda.

Con la más grande vergüenza me agaché acostándome sobre el pasto seco, varias miradas de los chicos se posaron sobre mí.

48... 49.. 50!

Y por fin termine; me levanté con la cara llena de sudor, al levantar la mirada, mis ojos se toparon con un chico de cabellera rubia y ojos azulados quien me veía con una mirada fría y seria.

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-Canela! Corra más rápido!- me gritó mientras yo pateaba el balón y a la vez corría.

Miraba atento el balón, que rodaba delante de mis pies mientras procuraba que no se desviara.
Iba a pasarséla a un chico que se encontraba a mi derecha, mientras que sentía mi cuerpo chocando con algo, no era duro, pero tampoco suave, creo que había chocado con alguien.
El golpe hizo que cayera encima de la persona con la que habia chocado debido a la fuerza que llevaba.
Me incorporé y pude observar que estaba encima del chico rubio quien estaba de espaldas estampado contra el lodo y yo encima de él, varios chicos comenzaron a reír a carcajadas, a murmurar cosas entre ellos y a apuntar hacia nosotros.
No comprendía el por qué hacian eso hasta que me dí cuenta que la posición en que estaba era bastante incómoda y mal pensada.
Me puse rojo como un tomate, mientras que el chico de ojos azules me empujó quitandome de encima de el, provocando que cayera yo también a una parte del lodo.
El chico se levantó con la cara llena de lodo y su uniforme igual, apretó los nudillos mientras me miraba amenazador.

-Y-yo l-lo s-sien...- no pude terminar la oración ya que el ojiazul se abalnzó sobre mi quedando encima y me tiró un fuerte golpe en la cara.
Por movimiento involuntario lo empujé de mi, mientras me paraba rápido del lodo y recuperaba el equilibrio.
Me puse en posición de pelea mientras miraba aquel chico que se levantaba hecho una furia de aquel barro.
Todos se juntaron alrededor de nosotros mientras gritaban al unisono la palabra "pelea".
Alzó el brazo dispuesto a darme un buen golpe pero este fue interrumpido por el entrenador.

-Jovénes Villalpando y Canela! Detenganse!-exclamó.

-José Miguel! Primer dia de entrenamiento y causando problemas?!- dijo furioso.

-Y-yo...- balbuceé nervioso mientras jugaba con mis manos.

-Están castigados.- nos lanzó una mirada fria a los dos, voltee a ver al chico rubio y esté tenia la mirada hacia abajo y susurraba algo con cierto tono de voz frio.

-P-pero...- dije en tono suplicante.

-Ustedes se encargaran de lavar los uniformes de todos, limpiar la bodega y lavar los baños por un mes.-

Maldición.