Capítulo 2.

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~ ¿Quién es ella? ~

/// 4 años después ///

- Bienvenido a casa Madara-sama.

- Claro. - Fanfarroneó mientras se quitaba la capa y se le entregaba a la criada.

- Su padre le espera en la sala de estar.

- Sí, sí. - Le contestó con voz de hartazgo.

.

- He vuelto viejo. - Le dijo mientras se ponía cómodo en la silla frente a su padre.

- Me alegra que hayas vuelto a casa hijo... ¿Cómo te ha ido en el viaje? Hace ya más de 5 años que no nos vemos. Me alegra saber que sigues viéndote igual. - Bromeó.

- Hah! Me apena decirte que nada nuevo... Youkai locas tratándo de conseguirme de alguna u otra manera. Niñas tontas... no tengo tiempo para sus juegos tontos. - Bramó molesto.

- Heh... veo que sigues igual de antipático con las mujeres. Me pregunto si algún día cambiarás eso.

- Tch! No lo creo. Yo sólo deseo volverme más fuerte cada día - Espetó - Así algún día superaré a mi hermano y podré heredar la cabeza del Clan. - Afirmó con ambición.

- Me parece muy bien que trates de ser mejor, incluso querer superar a tu hermano. Pero dime, si llegases algún día a estar en la cabeza del clan... ¿cómo mantendrás el linaje?

- ¿Qué? - Exclamó.

- Los hijos no vienen sólos Madara, ni nacen de los árboles.

- Meh, qué demonios dices. Esa es una de mis preocupaciones menores, además no me gustan los mocosos. Son una molestia.

- Ya veo. - Le dijo el viejo Hagoromo con resignación mientras develaba una ligera sonrisa de alivio. Su hijo no había cambiado para nada, seguía siendo el mismo ambicioso cabezadura que se fue de viaje hace 6 años. Pero también tenía la certeza que fuese él o no el heredero del Clan, sentaría cabeza y tendría su propia familia de la qué cuidar.

- Mira viejo, iré a mi habitación. - Se paró de su asiento. - Estoy harto, sólo pasaba a verte porque Hana me dijo que me estabas esperando. Voy a descansar.

Su padre asintió y entonces se dio la vuelta dirigiéndose a su alcoba.

.

Cuando se encontraba atravesando el vestíbulo hubo una presencia, y... cierto aroma que captaron su atención desquiciandolo de inmediato. Entonces desvió su mirada hacia el jardín... y la vió allí. ¿Un hanyou?

En un abrir y cerrar de ojos, Madara ya había desenvainado su katana, precipitándose rápidamente en dirección de la pequeña para desgarrarle la garganta.

Sin embargo mucho más rápida había sido la mano de Indra que apareció de la nada y se encontraba reteniendo fuertemente la muñeca de Madara.

- Suelta la katana. - Escuchó su voz seria.

- ¡¿Pero qué coños dices?! - Bufó molesto.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2016 ⏰

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~ Pequeña Hanyou ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora