Eres el corcel indómito que deseo domar
Corazón de piedra
como una espina solitaria
que acaba el amor
que antes alguien te quitó.
Te encontré y dijiste que me alejara
para no lastimarme,
ahora yo te digo:
¡No me iré!
Quiero curar tus heridas.
Déjame enseñarte a creer en el amor
Déjame sanar el odio de tu alma.
He venido sin buscarte
y ahora que te encontré...
quiero darte lo que soy.
Me rechazó tu dolor
Pero una lágrima en tus ojos exclamó:
-¡Ángel, no te vayas!
No podría irme,
el propósito de Dios para mí
es que esté a tu lado.
...Y aquí estaré...
Corazón sin Dios,
Déjame ser tu salvación.
Quiero domar tu espíritu,
Quiero ser tu alivio.
A tu lado llegué
Y aquí me quedaré
Ahora serás mi poema...
...y este amor una poesía infinita.