Si yo fuera un chico┊ˢᵒᶰᵍᵠᶤᶜ

Capítulo Único

¿Sabes? Si no fuera quien soy me compraría ese vestido que me gusta tanto, sin temor a que nadie me diga nada, a lucirlo con orgullo. No dudaría en ponérmelo cada vez que lo viera en el armario. Tal vez con él puesto te fijarías en mí.

Iría a buscarte, ver con quién estas. Pero siempre acompañada de mis amigas, leales y dispuestas a defenderme cuando lo necesite. Ellas están ahí porque las necesito. Ellas están porque me necesitan.

Pero cuando te veo me miras por encima del hombro, sin importarte como eso me pueda afectar. No te das cuenta de que llevo este vestido por ti. Este vestido de color verde agua que ahora me arrepiendo de haberme puesto. ¿Qué piensas de mí? Oh, tu mente es tan diferente... ¿Qué piensas de mí como mujer?

Cuando te conviene, ne hablas. Y yo como tonta, te escucho. Se me olvida que tú no haces lo mismo por mí. Pero conozco el dolor de sentirse ignorada. De perder cuanto quiero por culpa de una cruel actitud, tal vez, por ser seca y borde. Aunque luego no sepa bien qué hice para sentirme tan mal.

Me gustaría cambiar. Cambiar mi personalidad, mi forma de ser. Hacer saber al mundo tanto lo bueno como lo malo de mí misma. Pero, ¿ves? Sigo siendo yo. En cambio tú, ni siquiera te has planteado alguna vez que haces algo mal como para intentar cambiar. ¿Ves la diferencia? Al fin y al cabo, aunque me cueste demostrarlo, yo sí tengo corazón.

Luego me vienes diciendo que tú eres perfecto, inquebrantable. Cuando sabes que mis palabras te atraviesan como cuchillos. Piensas que tu sonrisa es de oro, cuando la mía es de platino. Bueno, no soy quién para decirte cómo debes actuar. Pero quiero que recuerdes que eres débil ante un arma muy poderosa que yo sé manejar.

Como todo humano, te arrepientes de tus actos. Piensas que te pueden perdonar cambiando tu actitud. Oh, ¿sabes cuanto cuesta eso? Yo ya he dejado de intentarlo. Prefiero que me odien por decir algo indebido a que me ignoren por callar lo que siento. Así que, ¿crees que ahora te puedo perdonar? Lo siento, pero ya no hay cabida para ti en este lugar. Podrías haber pensado antes de actuar.

Pero, ¿qué estoy diciendo? Tú no pretendes cambiar. Crees ser especial. Pero sobre todo, no has sentido el dolor. El dolor de sentirse ignorado. De perder cuanto quieres por culpa de una cruel actitud, tal vez, por ser seco y borde. Aunque luego no sepas bien qué hiciste para hacer sentir tan mal.

Podrías...

Pero no pretendes cambiar...