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Pero no pretendía salvarla, no pretendía ser un superheroe, no quería parecer su genio que hace sus deseos realidad. Solo quería sentarme con usted, charlar hasta tarde, que me contara que le sucede en ese bosque que llamamos corazón, que es lo que le revolotea en la mente, y fuera de sus ojos, que es real y que es ficción. Solo quería ser esa persona con la que se puede tomar un café, en una noche bohemia con toda la facilidad de un psiquiatra y toda la vulgaridad de una taberna. Solo quería que me viera como un chico dispuesto a esperarla y a perdonar su pasado, y mejorar su futuro.

No Me AmesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora