Un día lluvioso Diane y Arlequin estaban en su cueva y algo malo estaba pasando...
-¡DIANE RESISTE!—Grita Arlequin preocupado pues Diane esta acostada Enferma. — ¿PUEDES ESCUCHARME?, Espera iré a conseguir algunas plantas.—Arlequin intenta salir volando pero Diane lo detiene.—¡IYIA! ¿Diane?
-No te... Vayas...—Dice Diane con esfuerzo mientras detiene a Arlequin.
—¡Pero...!
—No... Vayas...
—¿Ah?—Arlequin mira a Diane.
—Estas... con... migo... Ya no... estoy... sola—Diane Abraza a Arlequin acostándolo junto a ella.—No quiero... estar... Sola. No me... Abandones.
En medio de esa platica dolorosa memorias regresan a Arlequin.
—¡NO NOS ABANDONES!, ¡NO TE VAYAS NII-SAN!, ¿Como protegeremos el bosque si tu no estas?—Exclama Elaine hermana de Arlequin.
—No puedo dejar abandonado a Helbram, Te dejo acargo, Aguanta hasta que regresé Elaine.—Con esas ultimas palabras Arlequin regresa a la realidad.—"Elaine"... ¡Ha! ¡No es momento para esto, Suéltame ya, Diane, Suéltame!—Dice Arlequin forcejeando para soltarse.
—¡Vayan!, Si son ustedes.— En la entrada de la cueva yace una sombra, es el cazador del bosque.
—¿Humano?— Dice Arlequin desconcertado.
El cazador prepara un remedio a base de algunas plantas.
—Para alguien con fiebre, esto es lo mejor, parece que ya se tranquilizo un poco.—Le dice el cazador a Arlequin, al fondo Diane esta dormida.
—Gracias... Y la sopa del otro día... estuvo muy rica.—Dice Arlequin avergonzado.
—¿El otro día?, ¡Ah!, eso fue hace ya décadas.
—¿Décadas?
Fue entonces cuando me entere del paso del tiempo.
—Espera, Espera.—Grita Diane persiguiendo a Arlequin.
Un breve Tiempo para las hadas, podía significar una vida entera para los humanos. Había una gran diferencia en el tiempo.
Risas Risas, es lo que se escuchan ya que Arlequin y Diane juegan juntos .
—Veamos... Bien si me atrapas, te concederé un deseo.
—¿Enserio? ¡Muy bien!
<Por aquí, por aquí, Jajaja, >
—¡Toma!— La ropa de Diane al tratar de atrapar a Arlequin se atora con una rama, desgarrándola.
—¿He?, ¡DIANE, DIANE TU ROPA... TU ROPA!—Arlequin exclama, con la cara sonrojada, al ver a Diane Desnuda.
—¡Te atrapeeeeee!—Grita Diane atrapando a Arlequin (Desnuda.)
—¿Heeeeee?, ¡No.... Eso no es lo que importa... tu ropa!
—¿Ropa? Pero si no tengo nada mas que esto.
—¿He?
—¡Woooaaaa!, Gracias Arlequin.—Dice Diane emociona por la nueva ropa que le dio Arlequin, Un traje de una sola pieza, Y pelo tomado en dos coletas.
—Juju, Lo hice curtiendo la piel un bisonte.... Woa—Arlequin es interrumpido por Diane que agita sus coletas con felicidad.
—Jajaja... ¡Coletas, Coletas, Coletas!
—Oh umm espera eso... hace cosquillas.
—¿Oye crees que también pueda hacerlo?—Pregunta Diane emocionada.
—¡Claro!, Te enseñare como se hace, De echo yo hice mi propia ropa... ¿oh?
—Oh ¿pasa algo?— pregunta Diane preocupada por la pausa inesperada de Arlequin en la conversación.
—¿Hice mi propia ropa? ¿Yo hice... esta ropa?
Recuerdos vuelven de nuevo a Arlequin.
—¿Bien? lo hice yo mismo.— Arlequin presume de su ropa.
—¿Te enseño algún humano?—Pregunta la Elaine.
—¡Que grosera, Solo los vi casualmente!
—Jijij, Arlequin ¿No decías que odiabas los humanos?—Dice Helbram.
—¡Woa, Solo dije no deberíamos confiar en ellos!
—Nii-san tu trabajo es proteger el "El Bosque Del Rey Hada."
—...El Bosque Del El Rey Hada?... ese es mi...—Se pregunta.
—¡ARLEQUIN!—Grita a Diane asustando a Arlequin.
—Heahawa... ¡Predon!
—No es eso mira...
—¿uh? ¿Casas en un lugar como este?
A lo lejos una pequeña villa se ve entre las montañas.
—Las casa son muy pequeñitas y hay mucha.
—¿Desde cuando?
—¡Ooooh!—Un cazador se acerca a nuestra pareja.—¿De casualidad ustedes son Daniette y Arniquien?
Diane y Arlequin miran confusos a el cazador.
—¿AH? ¡El señor cazador! —Dice Diane Emocionada.
—No, no... ese cazador era mi abuelo, ya fallecido, Ahora yo estoy acargo del negocio.
—<¿Abuelo?> -Dicen los dos.
—Vaya y pensar que de verdad existen, Mi abuelo me contó que el se encontró con una extraña pareja enamorados formada por una Gigante y un Hada, un par de veces.
—¿Enamorados?—Le pregunta Diane a Arlequin.
—Ahuewa, Significa amigos muy cercanos
—Ya, ¿entonces ellos también son enamorados?—Diane señala a un par de niños que juegan.
—No, los enamorados tienen que ser una pareja de hombre y mujer, Mita como ellos.—Arlequin señala a una pareja con un bebe.—Los humanos tienen vidas cortas, entonces una pareja intercambia votos,a eso se le conoce como matrimonio, y así pasan el resto de sus vidas.
—¿Juntos he? ¿Arlequin tu me quieres?—Le pregunta Diane a Arlequin.
—¿ha? he, pues si, Te quiero—Responde Arlequin sonrojado.
—Dijiste que me concederías un deseo ¿verdad?—Arlequin asiente—Entonces... Deseo que me quieras por siempre.—Arlequin mira a Diane con la cara sonrojada de pena y felicidad.—Bien ya vámonos 🎵.—Dice Diane.
—¡Lo prometo!.—Exclama Arlequin—¡Siempre te voy a querer, Y siempre voy a estar a tu lado.!
—Esta bien.—Responde Diane—Me basta con saber que me querrás por siempre.
—Diane...
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