A: buenos dias, Jesus Oviedo -pregunté entrando en comisaria-
P: un momento -se fue hacia a dentro y salió a los minutos- acompáñeme -me llevo a una pequeña habitación donde no había nadie-
Me puse a caminar hacia los lados opuestos de la habitación dando vueltas hasta que se abrió la puerta, entrando Jesus. Habia cambiado, su expresión en la cara era de chico frío, se había puesto mas fuerte y esa camiseta blanca le quedaba extremadamente bien. Nos quedamos mirando escasos minutos y se acercó a mi dandome un fuerte abrazo. Olí profundamente su colonia inundando mis fosas nasales y pasando mis brazos por su cuello
J: por mucho que me hayas suplantado, yo te sigo queriendo y siempre lo hare -susurró en mi oido, se separó de mi y se comenzó a acercar-
A: Jesus tengo novio -me aparté-
J: venga ya Aixa. Sabes que nunca me olvidarás -Se comenzó a cabrear-
A: no me cabres vale? He hecho un esfuerzo y he venido a sacarte te queda claro? Para mi hubiera sido mas fácil pasar de ti y quedarme en casa.
J: te pille -me señalé-
A: no seas un crío -cogí mi móvil del bolso-
J: nunca deje de serlo
A: no me hagas reír -mire algunos mensajes y lo guarde de nuevo-
J: aun te importó, por eso estas aquí. Porque lloraste? -me toca la cara-
A: que dices? -me separe mirándole raro-
J: tienes los ojos rojos. Porque has llorado?
P: chicos ya podéis marcharos -abrio la puerta y salimos-
J: espera y mi hermano -se giró preguntándole al policía-
P: se queda aquí. Señor llevamos años tras el. Ahora que lo tenemos no saldrá hasta pasar un tiempo. Lo siento mucho -Jesus se volvió a girar mirando hacia la habitación, y finalmente salimos-
A: bueno Jesus denada por sacarte -saqué las llaves de mi coche-
J: gracias -contestó con la cabeza agachada y las manos en los bolsillos-
A: ya nos veremos -me despedí y abrí mi coche-
J: espera. Aceptarías si te pidiera una cena? -pregunto tocandose la nuca-
A: ...
Bueno ya tengo escritos los tres capítulos finales los subire todos juntos ahora.
