Primera Cita.

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Aquel Viernes (1 de Abril del 2016) era la fecha que habíamos coordinado para salir.

Yo había salido del colegio como a la 13:00 pm y nuestra cita era a las 15:00 pm, cuando recién llegué a casa,empecé a lavar los platos, arreglar mi cuarto, lavar mi ropa, y a ayudar a barrer, para que cuando  mamá llegue me dé permiso para salir , sin ningún berrinche o excusa loca que siempre ponía para no dejarme ir a ningún lado.

Eran las 2 y 40, yo ya había acabado de arreglar todo, excepto ami (no me había cambiado ni arreglado). La verdad ya me estaba preocupando, por que ya casi eran las 3 de la tarde, así que subí a mi habitación y busqué algo bonito que ponerme, mientras buscaba entre el montón de ropa algo perfecto que ponerme,me detuve a pensar (en mis manos traía una blusa rosa, era mi favorita, pero no era tan adecuada para salir a una cita), así que estaba pensando si ponerme un vestido para fingir ser una señorita bien vestida, o ponerme mi blusa favorita con un short y ser simplemente yo.

El tiempo estaba en mi contra, pero después de tanto pensar, escogí ser yo misma tenía la impresión de que "DANIEL" era un chico que simplemente merecía que yo le mostrará quien en verdad era, pensaba que si yo de verdad lo quería conocer debía ser sincera y no fingir como lo asía con los demás.

Al final me puse mi blusa favorita ,un short y unas sandalias rosas. Normalmente cuando salía no me arreglaba, pero esta vez también dudé en si debía ser yo o peinarme y retocar un poco de maquillaje en mi cara, pero me dije a mí misma: "Veamos que pasa, hoy seamos nosotras mismas".

Y así fue, ese día Katherine Espinoza fue ella, totalmente sincera y sencilla. 

Ya eran las 3 de la tarde, así que me apresuré en ir a casa de Alejandra, al fin y al cabo si no iba a verla no la habrían dejado salir. Cuando ya llegué a su casa, grité como 3 veces y nadie contestaba, ya me estaba empezando a preocupar, pues ya habíamos pasado la hora de la cita, pero como siempre dicen: La mujer siempre llega tarde, y es verdad, es muy habitual esa costumbre en Alejandra.

Cuando ya me cansé de gritar salió Alan, el hermano menor de Alejandra, me hizo pasar y enseguida corrí a la habitación de Ale (Alejandra), cuando abrí la puerta de su habitación, me encontré con la sorpresa de ella estaba profundamente dormida, me causó un poco de risa, pero de inmediato me lancé en cima de ella a despertarla, me costó despertarla. 

Dios que mujer, tenía el sueño tan pesado, pero después de tanto molestarla se levantó, entre despierta y dormida Ale se levantó, se lavó la cara y empezó a arreglarse (Alejandra es muy bonita y se sabe arreglar mucho), yo me senté en su cama y la miraba como se maquillaba, cuando Ale estaba casi lista me regresa a mirar y me dice: 

Ale: ¿Y tú piensas ir así al cine?

Yo: Claro que tengo de malo.

Ale: (Se ríe sarcásticamente)- La verdad no sé que pasa por tú cabeza, te gusta tanto el Daniel y ¿Vas a ir vestida y arreglada como una pordiosera?

Yo: Tú apúrate y no te fijes en mí, sé lo que hago. (La verdad era que las palabras de Ale me habían hecho sentir mal)

Ale: Espera... (Mientras retocaba sus labios con un labial rosa)

Yo regresé a mirar la hora, sin duda era demasiado tarde, el tiempo había pasado muy rápido, así que cuando regresé a mirar a Ale, vi que sus manos me jalaron frente al espejo y me sentó en el lugar en el que ella se estaba arreglado. Cuando estaba a punto de decirle que era demasiado tarde, ella empezó a cantar, interrumpiendo mis palabras, yo solo sonreí y la dejé pasar, ella empezó a maquillarme y en un abrir y cerrar de ojos, me había dejado muy bonita o eso pienso yo.

Cuando ya acabó de peinar mi cabello le dije que era demasiado tarde, ella agarró su bolso y corrimos al Cine (Quedaba cerca de la casa Ale). 

Faltaban 5 minutos para las 4, subimos las escaleras y cuando apenas llegamos al 5 piso, los vimos hay sentados con unas caras realmente graciosas. La verdad es que me puse muy nerviosa, él me miraba fijamente y yo evitaba sus miradas, era realmente hermoso verlo hay frente a mí.

NO SABRÍA DESCRIBIRTE. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora