Solo es un juego

Llegó el día menos esperado

Ya era viernes por la noche, no tardarían en llegar, solo le vendrían mis padres con mis hermanos, los padres de Nico y mi tía Julieta, la hermana de papá, con su esposo Carlos y mis primos, Emma de 10 años y Nacho de 3 años. No estaba muy feliz, lo único que me ponía contenta era saber que venían mis primitos, hace mucho que no los veía, Emma era un poco pesada y me sacaba a veces pero la quería mucho y Nacho era mi amor, lo amaba con mi vida, era tan divino, era súper cariñoso conmigo.

Estaba mirando por la ventana del living que da a la calle, pensando en Nacho y sonriendo al recordar la carita al querer comprarme para que le preste el celular para jugar, era tan divino, cuando me abraza por la espalda y empieza a besar mi cuello.

N- En qué piensas amor?

C- En Nacho, en sus caras y en cuánto lo extrañé este tiempo.

N- Ay sii es hermoso, que gordo comprador -me encantaba escucharlo hablar así de mi primito, tocaron el timbre- yo voy

C- No debería abrir yo?

N- Déjame a mí -no entendía por qué pero lo dejé abrir-

No lo podía creer, eran Sara y Fran y habían traído a mis abuelos, estaba tan feliz, yo no les había dicho nada porque estaba muy frío, además tenían que viajar de noche. Se me caían las lágrimas. Estuvimos abrazados un rato, les mostré el apartamento, estaban muy contentos, yo también estaba muy feliz de verlos.

De a poco fueron llegando todos, estábamos en el living comiendo y charlando. La verdad la estaba pasando bastante bien. En un momento se me había perdido Nico, así que fui a ver qué estaba haciendo en la cocina. Cuando llegué me quedé en la puerta mirando esa escena tan hermosa, estaba con Nacho en brazos y le estaba poniendo papitas en un plato chiquito solo para él porque Emma se las comía todas, me moría de ternura mientras observaba esa escena.

C- Sos hermoso -dije y me acerqué hasta ellos, lo besé en los labios-

N- Tú sos hermosa -nos abrazamos y ahí estábamos los tres en la cocina, me sentía feliz-

La pasé mejor de lo que yo esperaba, y todo gracias a Nico que convenció a mis abuelos de venir. Ya era tarde, se habían ido todos menos Sara y Fran, mis abuelos se fueron con mis tíos. Estaba por fregar todo antes de acostarme cuando escucho a alguien entrar a la cocina.

N- La cumpleañera no debería estar fregando

C- Ay mi amor que tiene que ver, además sabes que odio levantarme y ver todo sucio.

N- También sé que odias fregar, déjame a mí

C- Eso es verdad, pero no puedo no fregar

N- En serio, déjame yo fregó

Fregó todo, yo le hice compañía hasta que terminó y nos fuimos a acostar.

Perdón si quedó un poco largo!!! Gracias por leer!!! Ya se vienen cosas más interesantes en esta historia!!!