Solo es un juego

¿Me amas?

Ya en el viaje íbamos los dos en silencio, no tenía ganas de hablar de todo lo que había pasado y él me respetaba. Estaba recordando hasta el mínimo detalle de todo lo que había pasado hoy, cuando recordé lo que había pasado en la placita, él me había dicho que me amaba y yo no había hecho nada, sí lo había besado pero nada más. Estaba muy enojada conmigo misma por dejar que esta gente que no valía la pena arruinara algo tan lindo.

C- ¿Me amas? -lo desconcerté con la pregunta pobre-

N- Si mi amor, te amo -tomó mi mano y la besó- te lo dije hoy en la plaza

C- Perdón mi amor, en el momento me di cuenta, pero con todo lo que pasó me había olvidado.

N- No te preocupes, te entiendo, te lo recuerdo, te amo

Me acerqué y le di un beso en la mejilla, luego me acerque a su oído

C- Yo también te amo y gracias por todo lo de hoy, en serio

N- No me agradezcas más, tendría que haberle puestos los puntos desde el principio

C- Ya está amor, no te preocupes, ya pasó, podemos por un momento olvidarnos de todo? No quiero seguir pensando en todo lo que pasó, me hace mal.

N- Claro mi amor -con la mano derecha rodeó mis hombros y me acercó hasta el para darme un beso en la frente-

Cuando llegamos ya estaba anocheciendo, me invitó a ir a su casa a quedarme pero la verdad es que no quería ver a nadie más, y estaba muy cansada, pero él subió conmigo, no me quería dejar sola después de este día tan espantoso.

Después de cenar, me dijo que se estaba haciendo un poco tarde, que se tenía que ir porque para llegar a su casa todavía le quedaba un poquito de viaje y ya estaba cansado. Le pedí que se quedara conmigo hasta que me durmiera y le dije donde tenía una copia de la llave de la puerta para que cerrara al irse, aceptó a quedarse sin problema. Nos dimos un beso lento, suave, tierno, muy hermoso. Después me acompañó al cuarto y no tardé mucho en quedarme dormida.

Me desperté con sus brazos rodeando mi cintura y me sentí la persona más feliz del mundo.