Mi Bianca

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Esto es de las peores cosas que he vivido, ni siquiera sé cómo rayos explicarlo, es como si hubieran arrancado una parte de mí y la hubieran hecho pedazos, trizas de ser necesario.

No, no hay palabra alguna que describa como me siento en este mismo en momento, quiero correr lejos, deshacerme de todo, dejar atrás a mi familia, mi hogar, la escuela... Pero hay otra parte de mí que dice lo contrario.

Necesito que me dejen en paz pero quiero que me abrace aquella persona que perdí.

Mi nombre, no lo vale; mi edad, 16 años, los suficientes para una vida entera. En este escrito solo hay una certeza, mi amiga Bianca, está muerta...

Es divertido como todos los meses escuchaba de como la muerte se llevaba a personas jóvenes, llenas de vida, amor, esperanzas, metas y simplemente arrancar todo eso para mostrar que nadie se salva que todos mueren seamos viejos o jóvenes pero jamás realmente pensé que algún día diría que hubo una persona que estuvo conmigo había muerto trágicamente a una edad corta pero, las cosas pasan cuando menos te las esperas.

El como empezó esto fue como un bote de agua helada lanzado a mi espalda para matarme del frío que la soledad dejaba detrás de ella. Mi madre vino a mi habitación a las doce de la madrugada. Recuerdo que vi su cara justo cuando me despertó, parecía haber envejecido como 20 años, sus ojos estaban asustados parecían de una presa al ver a su atacante y su boca, su boca parecía buscar las palabras y como articularlas para darme la triste noticia de que mi mejor amiga, Bianca Rodríguez había muerto en un accidente de automóvil. En ese momento mi incredulidad me invadió. No, no estaba muerta, ella no esta muerta, el viernes la vi y hablamos sobre esta serie nueva que ella estaba viendo, no mi Bianca, ella jamás habría subido a un auto conducido por una borracha y hubiera arriesgado su vida de una manera tan obvia, no ella nunca haría eso... Ella es tan inteligente como Sherlock Holmes, es más, él estaría celoso porque además de inteligente es guapa y tenía un sentido del humor hermoso. Claro que no es perfecta, a veces podría ser una molestia andando, quejándose de todo lo que pasaba pero, no conmigo, no, ella siempre me saca una sonrisa aunque ella sí este de malas. Bianca no saldría a una fiesta donde puros idiotas llenaran el lugar porque verán, ella no es una idiota, ella le gusta ser diferente sin darse cuenta, ser original y no dejarse llevar por las modas, los romances o los clichés que a nuestra edad todas las chicas persiguen, no, ella se hubiera quedado en casa viendo cualquier cosa que la hubiera hecho llorar, reír y enamorarse todo en una misma escena.

No era mi Bianca, tal vez mamá me jugaba una broma, ¿día de los inocentes, tal vez? jaja vaya mamá, casi me matas del susto, te luciste este año. Pero su cara tenía el mismo semblante triste y se veía que se esforzaba en no llorar, no mamá, por favor, dime que estás yendo a estas clases de teatro que la maestra Rosa te comentó hace dos meses, porque no pienso aceptar que mi mejor amiga, la persona que me tomó entre sus brazos cuando nadie veía que estaba tan triste como para soltar a cantaros mis lagrimas, este muerta, ella no lo está, no lo está... Mamá, por favor no es gracioso, mis lagrimas ya están inundando mis ojos, mamá ¿por qué estás llorando tú también? No me abraces mamá, dime que ella está bien, ríete y dime que me la creí completita, por favor mamá, no solloces conmigo y dime que todo está bien ¡Todo está bien mamá! ¡Mi amiga está viva!

No quiero decir cuántas horas lloré después de eso, a veces dormía hasta soñar que todo esto había pasado en mi subconsciente mórbido y quebrantado para después despertar y darme cuenta de que no era un sueño. Siempre soltaba un sollozo ahogado que seguía de unos lamentos horribles debajo de las sabanas llenos de lágrimas y gritos de desesperación. Mis padres entraron una que otra vez a mi habitación pero yo los sacaba porque no quería ver a nadie, solo la quería ver a ella, abrazarla, decirle que la quería, que la necesitaba ¿por qué me dejaste Bianca? No lo entiendo, ni siquiera sé porque fuiste a esa fiesta sin contarme ¿acaso no sentías lo mismo por mí? Bianca, yo te amaba, sin ti no viviría ¿por qué te has ido? ¿Lo sabías, verdad? Sabías que yo, una persona patética necesitaba su dosis diaria de tus sonrisas, tu compañía, tus pláticas, pues es la verdad, no "disfrutaba" tu compañía la necesitaba. Confidente mía, no me dejes, pudiste haberme llamado para recogerte de ese lugar y no haberte ido con aquellas chicas que no estaban para nada lúcidas ¿por qué les confiaste a ellas tu vida y no a mí? ¡Si tan solo me hubieras llamado! ¡Seguirías viva y para este momento ya hubieras mandado un mensaje de texto para decirme que querías hacer una vídeo llamada por skype! Pero no...

Por favor, no estés muerta Bianca, quédate conmigo, yo te quiero, por favor...

El día lunes después de su muerte, llevaron a siete personas representando al colegio a su funeral, una de esas seis personas era yo. Llevaba este ramo de flores que hubiera deseado dárselo cuando estaba viva y, con el permiso de mi directora, lleve el uniforme de diario y abrigándome una capucha negra que me cubría de la lluvia de mayo. Salude a todos sus familiares y les di el pésame lo más respetuosamente posible, solo recordaba ellos se sentían peor que yo. Mis lagrimas casi amenazan en salir cuando me tocó saludar a su hermana ¿sabes? Nunca vi a una persona tan triste, no era mayor que ella ¿cómo se siente que te hayan quitado a la persona con la que creciste y viviste toda tu vida?

El funeral transcurrió como lo previsto, la misa, las palabras, las personas llorando en la funeraria, todo a un ataúd cerrado que no se atrevía a mostrar el cuerpo de mi Bianca.

Hubo un momento en el que pude estar solo con el ataúd, aún sostenía las flores lo cual era patético, parecía que iba a darle un regalo por su cumpleaños.

-Hola pastelillo ¿Me extrañaste? -mi cara dibujo esta sonrisa melancólica con mis ojos húmedos e irritados por tantas lágrimas- te traje estas flores, no sé si son de tu agrado, la verdad tu preferías más cosas como pulseras o collares pero... -las deje en una mesa cercana al ataúd que tenía una foto suya sonriendo con esos dientes más blancos que el marfil, sus ojos entrecerrados y su cabello largo como el de Rapunzel, tan solo observarla un momento me hizo sonreír con más alegría recordando las tonterías que hacíamos desde el primer grado, pero una impotencia enorme inundó mi corazón, esto que me había guardado desde el primer día que la conocí- Bianca, fuiste la chica más hermosa, inteligente, graciosa e independiente que he conocido en mi vida -quería sollozar pero me obligue a no hacerlo en frente de las personas que sufrían verdaderamente- desde que vi tus coletas de niña juguetona y tu uniforme todo arrugado por el descuido y los juegos que hacías de "machorra" -reí al recordar cuando la maestra Emma la sorprendió en los baños conmigo pasando los cubículos de uno por uno- desde aquel entonces yo... -mis palabras se ahogaban ante la necesidad de llorar y deje que por fin mi voz se rompiera palabra por palabra- yo te amo Bianca, no como un amigo o como hermanos, Bianca Rodríguez yo te amaba de verdad -sentía como esas lagrimas que tanto había evitado rodaban por mi cara volviendo mis cachetes en masa calientes- Bianca, nunca tuve el valor de decirlo, porque tú simplemente... -cada sollozo se hacía más fuerte- parecía que flotabas en el espacio y no caminabas en la triste realidad, parecía que disfrutabas de toda compañía y, lo más importante, te volviste mi corazón. -puse mis manos en mi abrigo y desee por un momento tenerla solo cinco minutos para lograr decirle un "te amo"- todos dicen cosas de ti ahora mismo, cosas como "venía tomada", "los adolescentes de hoy en día" y el que más detesto "si no hubiera vivido en los excesos" no sé si hablan de ti o de otra persona porque yo te conocía, a veces podías ser un manojo de ira y enojo pero yo vi en tu forma de pensar que fuiste uno de los seres humanos más excepcionales que han pisado la faz de la tierra, no Bianca no eres una vividora, eres la chica extraordinaria que vino a mi vida para quedarse -baje mi cabeza para mirar mis zapatos y dejar que mis lágrimas cayeran al piso- solo te quiero pedir una cosa -ya casi no podía hablar porque mi deseo era lo más idiota que alguien podría pedir en la vida real y estaba por decirlo en voz alta- no estés muerta, por favor, no estés muerta. Muchas veces me dijiste que eras Sherlock Holmes, él revivió porque los fanáticos se lo pidieron al autor, yo soy tu más grande fan -me lleve la mano al corazón- por favor, Bi, vuelve a mí.

Mi BiancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora