-Buenos días papá -.dije besando su cómoda mejilla.
-Buenos días ¿Cómo esta mi pequeña? -.susurró dejando mi desayuno sobre la mesa.
-Papá, tengo catorce años, deja de decirme pequeña -.dije haciéndome la ofendida.
-No los tienes. Solo los aparentas -.sonrió el.
-Lo mismo es -.dije. -Es tarde me voy -.dije echando a andarSiempre iba andando al instituto, siempre. Me gustaba respirar el aire puro y nuevo desde por la mañana.
Cuando llegue volví a ver a Taylor, como no rodeado de toda clase de zagalas. Desde las mas populares hasta las mas nerds.-Flipante -.susurré pasando por el lado de todas ellas.
Taylor, al percatarse de mi presencia dejo a todas las chicas allí y me siguió.
-Hey, Kate ¿Qué vas a hacer esta tarde? -.susurró finamente.
-Estudiar para los exámenes finales. Tu también deberías hacerlo -.reí pegándole un flojo puñetazo en el hombro.
-Eres tan diferente a las demás -.dijo acariciando mi pelo.
-¿Eso es bueno? -.pregunté sonriendo.
-Muy bueno. No eres tan simple como todas ellas -.seguía sonrojando mis mofletes.
-¿Qué soy? -.pregunté poniéndome ya nerviosa.
-Especial -.se acercaba poco a poco a mis labios.Me incliné hacia delante un poco ya que no quería asustarlo.
Y posó sus labios sobre los mios.
Aunque al segundo, al mínimo segundo, se alejó y sonrió.-¿Qué pasa? -.pregunté.
-No quiero asustarte. No quiero joder esto. Es demasiado bonito -.sonrió de nuevo cogiendo mi mano.
-Me parece bien -.sonreí.-¿Quieres que estudiemos hoy, en mi casa? -.pregunté tímidamente. -Será bueno.
-Umm...vale -.aceptó el. - Esperame a la hora de salir, iremos a mi casa a comer y después estudiaremos en la tuya -.dijo Taylor.
-Bien, te esperaré -.susurré.Fui al cuarto de baño de chicas para utilizar el teléfono y marqué el número de la tía Rouse.
-Tía Rouse, esta tarde comeré en casa de un amigo, escucha el mensaje rápido, te quiero -.colgué.
Fui a clase y espere a que este infierno terminara para poder ir a comer con Taylor.
Y al fin, este maldito infierno término.
Hora de ir a casa dije a mi misma.
Cuando salí del instituto, me esperaba Taylor posado sobre su moto.-¿Qué tal han ido tus clases nena? -.dijo dándome el casco.
-Supongo que igual de aburridas que las tuyas -.sonreí montando.
-No, igual que las mías no. Yo me fui a mi casa y acabo de volver -.al principio me enfadé, aunque luego sonreí al saber que había vuelto a por mi.-Que mono -.susurré sin querer.
-¿Qué? -.preguntó el arrancando la moto.
-No, nada vamos -.disimulé.Al rato habíamos llegado a su casa.
-Está es mi casa -.dijo bajándome de la moto.
-¿Casa? -.dije.-Parece una mansión.Era de madera oscura, con varios cristales y de tres plantas. Mas terraza y piscina.
-Bien, subamos -.dijo cogiendo mi mano.
-¿Y tu madre? -.pregunté asustada.
-En Francia -.sonrió el. -Trabajando.Entonces respire y entre.
Comimos macarrones con tomate y queso. Los había echo el .
Y a lo tonto ya eran las 21:30 (nueve y media de la noche) .-No nos ha dado tiempo a estudiar -.dije recogiendo.
-Pero...nos puede dar tiempo a otra cosa -.dijo Taylor colocando su mano en mi muslo mientras besaba mi cuello.-No, ¡Taylor! ¡Para! -.grité levantándome.
-¿Qué pasa? -.dijo el sorprendido.
-No, ¿Qué te pasa a ti? ¿Nunca te habías besado con una chica virgen? -.grité saliendo por la puerta.
