Yamile la chica suicida

Capítulo 1.

Hola. Soy Yamile Percovich, yo era una chica feliz. Tengo 16 años. Lamentablemente vivo sola y me hago responsable de mis estudios y mi casa yo sola como si fuera mayor.

Esta es mi historia.

Era el primer día de clases en la preparatoria, tenía 15 años.
Llegó la profesora de mate, yo estaba sola ya que no conocía a nadie; mi padre me había llevado ese día a la prepa.
Siempre eh sido una chica emo, me convertí en suicida desde que mamá murió cuando yo tenía 9 años en aquel accidente.

—hola chicos, soy la maestra Ana, yo les daré matemáticas, por ser el primer día no tendremos actividad, se presentarán frente a la clase— lo dice algo emocionada con una gran sonrisa en el rostro— bien, comencemos por esa fila.

El primero en presentarse era un chico delgado, alto y, al parecer también era emo.

—Me llamo Otani... Otani Castro... S-soy emo, soy de Uruguay, me mudé a México cuando tenía 10 años...— wow, también es de Uruguay.

Se presentaron los demás, al ultimo me presente yo, ya que era la última en la última fila.

—M-me llamo Yamile... Yamile Percovich... Soy de Uruguay... Me mudé aquí a los 9 años cuando... mi... Cuando mi madre murió—

—Oh... Cuanto lo siento...— algo se ah oscurecido en la mirada de la profesora. —Chicos, acabó la clase, esperen a que llegue su profesor de historia, nos vemos luego—

Entra el profesor de historia —Buenos días chicos—

Parece algo seria. Todos le respondemos —Buenos días—

—Chicos, tengo una junta, no hagan desorden por favor, no estaré en toda la clase, tenemos sesión de dos horas, pero tendré junta en esas dos horas, nos vemos mañana— sale del aula

Todos se paran a platicar; yo me quedo ahí sentada. De pronto veo alguien frente a mi, levanto la mirada y me doy cuenta de que es Otani.

—Ho-hola— parece algo nervioso.
—Hola— le respondo con un hilo de voz.
—Veo que también eres de Uruguay... Lamento lo de tu mamá—
—Esta bien... creo que ya me acostumbré —
—Am... Oye, ¿podemos estar juntos en receso y lo que queda del día?—
—Claro... Veo que eres emo— observo su camisa negra de manga larga, su peinado que cubre un poco su ojo izquierdo y su gorra plana. Sus ojos son de un tono azul turquesa, es bastante guapo.
—¿Eh?, ah si, tu también lo eres ¿cierto?—
—Si— bajo más mis mangas para que no se noten mis heridas, no quiero que sepa que soy suicida.

Se llega la hora de receso y salimos juntos.