Razones Para Seguir

Como caminar...?

No recuerdo a mi madre, no recuerdo a mi padre, y procuramos no hablar de ellos en casa, trae mal yuyu... o eso dice mi tío Edmoon, vivo con él desde que tengo uso de razón, a sido mi padre, madre y mejor amigo aparte de ser mi tío, y es lo mejor que me podría haber pasado.
Mi gusto por la música fue potenciado por él, ya que al tiempo que memorizaba el alfabeto, me enseñaba a leer partitura.

Entrar a la escuela fue difícil, tener amigos aún más, nunca he sido buena hablando con la gente, ni con los animales, ni con nada en realidad, soy muy poco comunicativa, por consiguiente, no tuve amigos estables hasta los 11 años aproximadamente.

A Gabriel lo conocí por el coro de la escuela. Edmoon me inscribió por recomendación e insistencia de mi tutora escolar, ella decía que podía ser una forma de que "me abra al mundo y sea más expresiva", la tutora decía que tenía miedo que me pasara "algo" y que yo no supiera como decirlo... aún me pregunto a que "algo" se refería.

Gabriel estuvo desde siempre en el coro de la escuela, y el día que llegué el profesor de música, el padre Adrian, nos ubicaba en una tarima de 4 pisos, en ese tiempo eran bastante altas para mi.
Al terminar de cantar la primera canción, una que todos los niños de cursos básicos se sabían, dijo que cantaba muy bien, que me daría un buen espacio en el coro y que sería un gran aporte. Rato después Gabriel se acercó a mí y me empujó, yo estaba en el escalón más alto de la tarima, por lo que caí inconsciente hacia atrás.
Al despertar, tío Edmoon dormía en mi pansa mientras tomaba mi mano, mi cabeza dolía y también mi hombro. Cuando él despertó, me dijo que un chico había estado mucho tiempo esperando a que despertara, y que pidió que lo llamase cuando estuviera mejor.

Ese día no lo llamé.

Se le había olvidado dejarme su número asi que no lo vi hasta una semana después, y claro, él no podía ir a verme a casa por que no sabía mi dirección ni mi número de teléfono.

Volver a clases fue como tragar un chicle que ya había escupido, nunca lo he hecho pero me imagino la sensación, y creo que es parecido a volver al colegio luego de una semana de licencia... asco.
Tío Edmoon me había dicho que si me sentía muy mal como para asistir al coro, me fuera directo a casa, y si me sentía aún más mal, que le llamase al teléfono y él vendría a buscarme.
Pero esa palabra hizo que me quedase, teléfono.