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Por suerte para Dante, no había sido demasiado difícil enseñarle a Usagi como hacer ciertas cosas... o evitar otras como despertarse en medio de la noche para intentar colocarse el  el spray aromatizante de lavanda como si fuera desodorante. Había pasado solo una corta semana, y era medio complicado vivir con el conejo ya que a veces quería salir y... no podía permitirle ese lujo si iba a irse desnudo, ¿quién sabía que le podía pasar ya con ropa?. En fin, había sido un largo día de clases, y el pelirrojo apenás cruzó del campus para llegar a la zona de departamentos de universitarios y llegó al suyo... se tiró a su cama para dormir.

Dante: -Llevaba durmiendo, ya un muy buen rato, cuando oyó un sonido extraño... era como un chistido, pero estaba muy dormido para darse cuenta.- uh... -Se quejó.-

Usagi: Dan, pssst, Daaan. ¿Amo? ¡Dan! -Era nada más ni nada menos que el conejito, quién estaba sacudiendo un poco al pelirrojo y haciendo "pst" en su oreja cada dos por tres.-

Dante: ¿Que...? -Consultó medio dormido solo para abrir un ojo y chocarse con la cara del conejo ahí sobre la suya... y si, estaba desnudo, era muy común ver a Usagi sin ropa ya... pero no dejaba de darle pena, no, nunca se iría a acostumbrar-.

Usagi: Cógeme. 

Dante: Bueno pero luego, ahora tengo sue.... ¡MOMENTITO, ESPERA, ¿QUE?!. -Gritó el colorado solo para ponerse, colorado de la vergüenza mirando sorprendido al otro.- ¿¡DE DONDE SALIÓ ESO!?

Usagi: Oh, el chico de pelo marrón amigo de Matt me ha dicho que quería que te dijera eso, creo que es un mensaje... ¿o no?.

Dante: ...le iré a dar una patada en el culo luego a ese pervertido... Usa, no repitas ese mensaje.

Usagi: -El conejo confundido ladeó su cabeza para un costado, mirando a su dueño con total curiosidad.- ¿Tiene algo de malo ese mensaje? Es... ¿es un mensaje secreto? -preguntó con una sonrisita inocente, moviendo su rabito como su fuera un perro en vez de un conejo.-

Dante: No es un mensaje secreto pero si que es algo que no puedes ir diciendo por ahí.

Usagi: ¿Cógeme? -Preguntó alzando ambas cejas.- ¿Por que no puedo decir "cógeme"? ¿Es otro insulto? Cógeme... uh... suena como si pidieras que alguien tomase algo como... coje mi mano. Pero... no he oído la palabra cógeme nunca antes...

Dante: Por favor deja de repetirlo. -Rayos que esta era una situación que le estaba poniendo muy incómodo. Más que nada porque el conejo... ¡Seguía diciendo la palabra! Aún si le había dicho que parase.-

Usagi: Jeje... -Se rió tierno para mirar a Dante a la cara fijo.- Cógeme. -Lo hacía de molesto, cuando veía que algo le provocaba sonrojos o molestia leve al pelirrojo, no podía evitar hacerlo.-

Dante: ... -Su mejor táctica para ignorar al rubio fue usada, subió sus sábanas hasta cubrir a Usagi de repente solo para levantarse e irse a la cocina en búsqueda de algo para picar, tenía hambre.- 

Usagi: ¡Hey! Malo... -El conejo bajó sus orejas mirando alrededor de la sábana como si pudiera sacársela de encima mirando alrededor... estaba buscando la luz. Cuando finalmente se pudo quitar la sábana de encima, pudo notar que Dante se estaba comiendo unas galletas con nueces incrustadas.- ¡Oh! ¿Puedo comer una? -Aún si era una pregunta, el chico desnudo había ido rápidamente hacia Dante y le había intentado robar la galleta estirando la mano.-

Dante: ¡Claro que no!, las nueces hacen mal a los conejos. -Le retó el pelirrojo, las nueces eran un alimento que NO se debía dar a un conejito, eso era cierto, lo que no era cierto era que Usagi no podía comerlo, ya que desde que el conejo se transformó en humano, había comido hasta guiso de guisantes y no le había pasado nada, lo que si pasaba era que quedaban pocas galletas, y no había que mentir, a Dante le gustaban mucho esas galletas y... se podía poner un poco egoísta.-

Usagi: ¡Ya no soy un conejo! -Exclamó comenzando a dar saltitos para intentar llegar a la galleta, claramente ya no era conejo, ni sus saltos eran el de uno.- ¡No seas egoísta! Tu mismo dijiste que hay que compartir.

Dante: No que tienes sobre tu cabeza y sobre tu cola me dice otra cosa. -Su mano estaba levantada bien arriba con la galleta, para que no pudiera tomarla.- ¡solo me queda una! De seguro tu te has comido alguna mientras no estaba.

Usagi: ¡Eso es mentira! -Eso era cierto, se había comido un buen par, pero claro que le daba penilla admitirlo porque quería la confianza del otro.-

Dante: Que no te la voy a dar. -Suspiró el pelirrojo medio cansado por tanta insistencia, hasta que el conejo le empujó, y se cayeron ambos al suelo. Para su propia suerte, el golpe que se dio contra la cabeza fue muy leve, y Usagi estaba más que sano y salvo habiendo caído sobre el pecho del más alto.-

Usagi: Kyu... Uh... lo siento... -Miró desde donde estaba a los ojos marrones del otro, bajando sus orejas de conejito con pena, Dante solo pudo volver a soltar otro bendito suspiro, para decidirse, partir la galleta en dos, y darle la mitad al contrario.- ¿Uh..?

Dante: Ten, puedes tener la mitad.

Usagi: .... -Hubo un momento de silencio, el rubio se quedó mirando aquella mitad curioso, dejando de ver al dueño por un ratito, solo para verle de vuelta.-

Dante: *¿Oh? Parece realmente sorprendido... de seguro que no se lo esperaba, je. Tiene cara de que va a estar muy agradecido.*

Usagi: Pero yo quiero la galleta entera.

Dante: ...

Usagi: ... -Sus dos ojos rosados miraban ahora si, fijo a los del otro.-

Dante: ...

Usagi: ...Amarrete.

Dante: ¿¡Encima me dices eso!?


¿Y Si Te Pongo En Cuatro Sobre Mi Cama?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora