Durante la llegada de shen y yo la gente dejo de hacer sus labores para ir a recibirnos
Nunca creí que estaría aquí, simplemente es algo sorprendente estarlo, estar de nuevo en el clan, en casa.
Supongo que nadie sabe quien soy, me imaginó que creen que soy una guerrera mas que shen encontró para cuidar la espada y defenderlos a ellos del rey.
De repente al ir en el caballo ente la gente que a la vez se abría de paso para que pasa ramos entre ellos, a lo lejos mire una niña muy rara siendo atacado por unos jóvenes mas grandes que ella, inmediatamente baje del caballo y corrí tras los jóvenes.
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–¡Nariko!– se escucho la voz de shen mientras yo caminaba entre la gente y lo ignore.
–¡Nariko!–volvió a escucharse la voz de shen, pero esta vez me pare y gire mi cabeza para verlo.
–si buscar ir a proteger esa chica no te lo permitiré – me lo dice mientras dirige el caballo hacia donde estoy yo.
–esa chica tiene que aprender a defenderse sola, si vas y la defiendes ahora en un futuro ¿quien la va a defender?– me explica mientras se baja del caballo.
–ven tenemos cosas mas importantes que hacer – me dice mientras me jala y seguimos nuestro camino.
No volví a ver esa chica extraña pero hubiese querido a ver podido ayudarla.
Mientras Caminábamos hacia un templo pequeño entre las montañas donde estaba el clan una de las personas que iba conversando con shen se detuvo e inesperadamente se volteo a verme con cara de espanto, como si le estuvieran contando una historia de terror.
Durante la charla de los hombres y shen yo sólo miraba el paisaje, era muy hermoso, llegamos hacia las puertas del templo y uno de los hombres se dio la vuelta y se paro justo al frente de mi, solamente me pare y lo observe.
Era un hombre anciano pero aún era fuerte, con una cicatriz en un lado en el cachete , Sus brazos aun estaban musculosos pero muy cicatrizados.
–Tu no puedes pasar – lo decía mientras ponía su mano en frente de mi para pararme.
–¿Porque no puedo?– pregunte
–Porque tu eres una maldición viviente y este es un templo sagrado, solamente puros de corazón entran y tu, tu eres solamente un mal producto formado por los dioses –
–¿Que estas diciendo?–lo decía enojada con ganas de golpearlo pero shen se dio cuenta y solo me observo.
No dije nada y calle.
Mientras ellos pasaron al templo sagrado yo solo esperaba afuera pensando –¿Enserio shen y los otros hombres eran puros de corazón?–solo reí.
Duraron mucho tiempo adentro no sabía que estaban haciendo pero pronto lo averiguaría.
Entre sigilosamente sin que nadie se diera cuenta y camine por un pasillo, durante el recorrido mire diferentes armaduras de diferentes formas te colores, si darme cuenta shen llegó, no supe que decir.
