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Soy Azul Benson y toda mi vida era muy perfecta o mejor dicho era la mejor que había tenido hasta que paso algo que cambió drásticamente todo.

Pero antes que todo voy a decirles como era la Azul de antes.

Tengo 13 años y dentro de dos meses cumplo 14. Todas las chicas de mi edad estarían muy felices por esto. Pero lamentablemente no es mi caso.

Soy alta, rubia y tengo los ojos castaños.

Y creo que por ahora eso es suficiente para que más o menos sepan cómo soy.

Volviendo al tema principal les contare lo que ocurrió.

Me desperté en una camilla de hospital y no había nadie en la habitación así que empecé a llamar a mi mamá pero al parecer no había nadie, ya que no me contestaron en ningún momento.

Luego de eso pasaron varios minutos, horas.
Pero nadie venia aún así qué decidí levantarme de la camilla.

Pero desafortunadamente no pude ya que estaba enchufada a una máquina que controlaba mis latidos.

Entonces me di cuenta que había un botón al lado de mi camilla en la mesita de luz.

Así qué lo apreté y a los pocos minutos 5 médicos estaban en la habitación.

Uno de ellos me pregunto cuando había despertado.

Y le pregunté inmediatamente donde estaban mis padres.

Ellos no me contestaron.

Sino que se fueron y me dejaron otra vez sola.

Tal como me había despertado.
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Era el cuarto día que estaba en la misma camilla, en el mismo hospital y en la misma habitación, y no sabía dónde estaban mis padres.

Entonces fue ahí cuando una señora no muy grande entró a la habitación y me pregunto como me llamaba.

Al parecer no sabía mi nombre o no era una chica del hospital.

Le dije Azul Benson.

También me pregunto como estaba, cuantos años tenía, si recordaba algo desde antes que llegará aquí.

Y pensándolo en ese momento no me había puesto a pensar en eso, no sabía lo que había pasado días anteriores.

No me acordaba de la prueba que había tenido la semana pasada.

Ni de el nombre de mi gato.

Ni siquiera que tenía mejor amiga.

Nada, todo olvidado.

No sabía que me estaba pasando así que decidí preguntarle a la chica si sabía donde estaban mis padres.

Y ahí, ahí fue cuando mi mundo se fue abajo.

Mi salida de ese hospital.

Mi preocupación .

Mi alegría de querer verlos.

Se fue a la mierda, sólo porque le pregunté a la chica donde estaban mis padres.

Les resumiré todo las vueltas que dio para al final decirme estas tres oraciones:

Incendio provocado.

Muerte de mis padres.

Yo quedándome huérfana.

Si.

Eso había pasado y yo acá en una camilla de hospital esperando a los padres que nunca iban a llegar, ya que habían muerto en un incendio provocado por alguien.

Mundos Paralelos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora