SARA

La llegada...

Era uno de los últimos días de verano cuando Paola y su familia se mudaron a Dinstenvil. Salieron de Murella(su antiguo pueblo) en la madrugada y llegaron a su nuevo hogar a primera hora de la mañana, junto con los primeros rayos de luz.

-Venga chicos despertar-dijo la madre de Paola mientras se bajaba del coche-Que ya hemos llegado.

-Vuestra madre no lo va a volver a repetir- dijo también bajando su padre- Así que ya estais saliendo.

-¡¿Cómo que vuestra madre?!- dijo la madre- Yo no soy vuestra criada.

-Perdón cariño, es que...-

-¿Por qué gritais tanto que no puedo dormir?- dijo Paola entre bostezos.

-Mamá, ¿esta es nuestra nueva casa?-dijo Pedrito, el hermano de Paola.

-Así es cariño, a que es muy grande y acogedora, vamos, a mí me encanta.-

-Pues no mucho la verdad mami- dijo Paola- da un poco de miedo, ¿no crees?-

-Cuando la pintemos quedará como nueva-dijo el padre-¡Y ahora deja de rechistar!-

-Sí, porque tú lo digas- contestó Paola.

-Pues sí porque yo lo digo y a callar, que vamos a despertar a los vecinos.-

-Que sí papá lo que tu digas. -dijo Paola

-Parece que halguien de ha despertado de mal humor...-dijo Pedrito con tono burlesco.

-Si, sí...-dijo Paola mientras pega a su hermano en la cabeza (le da una ostia).

-¡Papá, mamá Paola me ha pegado!-dijo el hermano gritando.

-Eso, es, mentira.-replicó Paola.

-Hijo, no inventes, que los mentirosos no caen bien.-dijo la madre mientras se reía.

-Pero si es verdad-dijo dando un golpe en el asiento del coche.

-Bueno pasamos o què yo ya me estoy aburriendo aquí.-dijo el padre.

-Por mí vale pero no creo haya mucho más de lo que estamós viendo en este antro.-dijo Paola.

Se miraron todos y se dirigieron a la puerta de entrada, allí sacaron las llaves y la abrieron. Antes de abrir conron hasta tres y empujaron juntos. Al entrar todos se quedaron asombrados, desde Pedrito, el más pequeño, hasta su padre, el más mayor. Todos con la misma cara de quedaron al ver que...

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