-Kattlin y Avril- Ser valientes.

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No saben como actuar están confundidas...¿confundidas? no, no era la palabra...¡no, claro que no! ellas saben que quieren estar juntas, no están confundidas...estan asustadas.
Van por la calle tomadas de la mano son las cinco de la tarde, la gente las mira raro, eso las pone más nerviosas.
Hoy arreglaron para ver a los padres de las dos para decirles todo, para decirles la verdad, de que no había príncipes en este cuento, si no, dos princesas.

-Todo va a estar bien Kat, lo juro.- dijo Avril a su preocupada novia, la que temblaba de miedo.

-E-eso espero...- contestó Kattlin muerta de pánico, refugiándose sólo en los bellos ojos celestes de su princesa.

-Te amo, nada malo va a pasar.- Y ahí estaba, la mirada dulce y llena de tranquilidad de Avril.

Ambas se miraron y entraron en la cafetería "Sara", y caminaron hacia la mesa en la que se encontraban sus padres leyendo la carta de meriendas.

-¡Hola! pensamos que no llegarían más...- dijeron estos contentos.- Y bien ¿que quieren merendar? hay medialunas con leche o licuado de fresas con galletas dulces.

-D-dos licuados, por favor. - dijo Avril, ya que sabía que Kat no diría ni una palabra, solo permanecería con la cabeza gacha, contemplando sus jeans azules, como si estos fueran a darle el consejo que necesitaba en caso de lo peor.

-Bien.- contestó el padre de Avril y llamo a la moza, una chica de cabellos rojizos y ojos marrones, bastante atractiva, por lo que Avril la observó disimuladamente, Kat se percató de la fugaz pero interesada mirada de su novia hacia la camarera de delantal rojo. Por eso, le metió un puntapié en la pierna por debajo de la mesa, Avril sólo río y se acercó al oído de la celosisima chica y le susurro;

-¿Celosa? recuerda que solo tengo ojos para ti.- *voz seductora por parte de Avril*
Al escuchar esto Kat río y le pellizco la pierna.
Siempre bromeando en los momentos menos adecuados.
La camarera llegó y dejo los licuados junto con un plato de galletas de choco chips y unos capuchinos para sus padres.
Se marchó y todos se pusieron a abrir sobres de azúcar,  acomodar sorbetes y comer galletas.

-Dime, Avril, ¿que querían decirnos?- preguntaron los padres.

En ese instante Kat se atoro con una galleta y tosió.
Avril la miro como diciendo "tranquila".

-Hmm.- dijo la chica de ojos celestes.- Miren, se los voy a decir rápido, no me interesa si no les gusta, yo se lo que estoy haciendo, sabemos lo que estamos haciendo.- Las miradas de los padres se tornaron confusas.

-Me gusta Kat, me gustan las chicas, y a ella también. Estamos saliendo hace siete meses.- Al fin, lo soltó todo. Los padres se quedaron atónitos y Kat sólo apretó los puños sin quitar la vista del suelo.

-¿Q-que?.- dijo la madre de Kat.
En ese instante ellos estallaron en carcajadas, por lo que Avril y Kat se miraron sin comprender el chiste.

-Ay, ¡por favor, Avril, que buen chiste!.- dijeron riendo.

-¿Chiste?.- dijeron al unísono las jóvenes.- Esto no es un chiste. Les hablo en serio.

-No podrías. - las expresiones de ellos se tornaron en un licuado de emociones...algo como ¿Asco, desilusión, furia, rechazo, confusión y incredulidad?

-Si.

-Avril, ¿que demonios te sucede? ¿que va a pensar la gente? ¿¡¡de donde sacas esas tonterias!!?.- la voz reboto en cada esquina de "Sara" y luego le pegó a Avril como un balde de agua con hielo.
Se armo de valor y se paró de la mesa.

-Es mi decisión, nuestra. - dijo tomando la mano de Kat.- ¿Sabes? me gustan las chicas, los chicos no me llaman la atención. Se lo que quiero ser y lo que hago. A ustedes debería darles vergüenza, por no contener a sus hijas de dieciséis años en esta etapa tan difícil.

-¿¡Te lo hemos dado todo y lo pagas con esto!?

-Eso no tiene nada que ver...

-Avril, a partir de hoy, no eres mi hija dijeron sus padres.- Su corazón se rompió en mil pedazos al escucharlos. ¿Qué les dirían los padres de Kat?

-Kattlin...¿porque no nos dijiste?...- dijeron al unísono los padres se Kat.

-Mamá...papá...yo lo siento.- dijo ella muy apenada.

-No, déjalo. No importa...- La madre le lanzó una mirada de desepcion y se marchó con su esposo. Los padres de Avril hicieron lo mismo.

-P-p-por...que...y-yo...no se...Q-que decir.- dijo Kat con su rostro mojado por las lágrimas. Ella siempre había sido la sensible y la tímida,  en cambio, Avril, era extrovertida y muy fuerte frente a este tipo de situaciones.

-Princesa, tranquila, todo va a estar bien...no importa lo que digan los demás, hasta que tengan razón. Ellos sólo juzgan si saber, sin razón. Lo balbucean todo como si fueran quien para juzgar.- dijo Avril abrazando a Kat.
En ese momento tan especial y doloroso a la vez.
La camarera las observó y frunció el ceño.

-S-solo quedemonos aquí un rato...- dijo Kat sorbiendose los mocos.

-Okey...- contestó ella, mirando el púrpura claro del suéter de Kat. Abrazandola más fuertemente.
La camarera llegó a la mesa con un gran helado rodeado de fresas y caramelo. Se sentó y les puso unas cucharas al frente.
Ellas la miraron sin saber que sucedía.

-Oh, eso fue difícil, las comprendo...son muy valientes.- dijo esta sonriendo.

-Gracias...¿pero que te paso a ti?.- quisieron saber intrigadas, para comparar experiencias.

-Bien, les contaré, pero tomen helado por que se va a derretir.- se aclaró la voz y comenzó. - A los 15 años me di cuenta de que no me gustaban los chicos. Yo estaba muy enamorada de una chica que se llamaba Hanna, pero ella no lo sabía. Un día se lo confesé a mi...

*Flashback*

Una chica de cabellos rojizos caminaba por los pasillos del gran colegio, en busca de la niña que le estaba causando confusión. Pero al no encontrarla, no le quedó más que contarle a su amiga Clarisse acerca de todo esto.

-Wo, ¿en serio?.- dijo la otra asombrada.

-Si...no se lo digas a nadie por favor...

-De acuerdo.

Pero...al otro día todo el curso lo sabia, sobre todo Hanna.
La pelirroja se sentía traicionada por la actitud de su "amiga" si es que se lo podía seguir diciendo así.
Recibió comentarios negativos, como:
"Lesbiana de mierda" "te irás al infierno" "zorra" "escoria"
Ella solo los ignoro, el problema sólo era lo que iba a decir Hanna. Llegó al salón y se sentó sola en la última silla del fondo.
Y ahí estaba, Hanna entrando al salón, con su cabello castaño atado en una cola.
Hanna se acercó a ella.
Estaba esperando lo peor cuando todo lo que dijo fue:

-¿Porque no me dijiste?...idiota.- y dicho esto beso a la pelirroja muy feliz.
Ya no importó nada, Hanna la amaba. Ni siquiera importó la reacción de sus padres al enterarse. Solo seguirían juntas.

*Fin flashback*

-Y así fue...que seguimos juntas hasta hoy. Ocho años juntas, y hemos sido muy felices a pesar de las críticas de la gente.
Solo es seguir adelante.

-Increíble...

-Qué bello...- dijeron ellas emocionadas.

-Si, es la mejor persona del mundo.
¿Saben? no hay una media naranja, esto es una ensalada de frutas. No tienes que elegir lo que todos eligen...porque que hay si una frutilla elije estar con una naranja, o si un trozo de banana quiere estar con un kiwi...solo importa que seas feliz...
Las chicas hablaron toda la tarde con la moza, que resultó llamarse Emily. Incluso les ofreció techo y trabajo de medio tiempo en "Sara".
Todo iba a ir saliendo bien.
El amor lo puede todo.
Sea cual sea.

♡~

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Hola, qué tal ?
¿todo bien?
Voy a empezar a escribir este libro...
al que no le guste no lea. OK. Ah jajaj
(era solo para las personas que tienen "homofobia" (;)
Bueno, espero lo disfruten.
Bye.

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⏰ Última actualización: Jun 13, 2016 ⏰

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