4. No esperaba esto...

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Ryo bastante nerviosa guió a aquel hombre hasta el lugar donde ejercía su "trabajo", el moreno solamente podía observarla detenidamente casi comiéndosela con la mirada ¿qué más podía hacer? La castaña era bastante linda, tal vez no tenía el tamaño de senos que prefería pero, no por eso era menos hermosa. 

En cuanto llegaron al cuarto el moreno la acorralo contra el tatami, no le importaba si era en el suelo o en otro sitio, lo que quería era besarla (algo que usualmente no hacía) y tocarla hasta saciar sus deseos. El moreno comenzaba a desatar el obi para dejar expuesta la piel blanca de la castaña, era tan fina como seda que solo podía besarla y morderla levemente. 

Paseo sus manos por aquellos firmes senos, pellizcando en ocasiones los pezones para después bajar aun más su mano hasta la vagina de Ryo. Por su parte la castaña estaba sorprendida, jamás la besaban y menos la tocaban de esa manera. Por increíble que parezca ambos lo estaban disfrutando, ambos solamente se dejaron llevar porque era una noche lluviosa en yoshiwara y para calmar la soledad en ambos corazones era esencial unirse, tal y como lo estaban haciendo. 


- Agh señor - gimió Ryo, sin poder evitarlo, las otras veces en que lo había hecho no la tocaban de esa manera, ni siquiera acercaban su mano a ese lugar 

- Daiki, dime Daiki, cariño - sonrío dando besitos en su cuello para después acomodarse entre sus piernas 


La penetración fue lenta y suave, la castaña no sintió tanto dolor como otras veces, es más, sintió puro placer. Pudo, incluso, sentirse amada aunque eso fuera mentira, por esa noche esos abrazos y besos fueron los mejores en su vida. 

Por su parte Tatsuna hacía lo usual, servía un poco de té a su invitado, entre los clientes frecuentes que llegaban al barrio rojo siempre se hablaba de la hospitalidad y generosidad de, la cortesana con cabello azabache. Aunque hubieran tres con cabello negro, Tatsuna tenía ese particular tono azabache que sorprendía a los clientes. 


- Muro-chin eres hermosa - susurro el peli-lila bebiendo un poco de té 

- Gracias, mi señor - sonrío con amabilidad sentándose a su lado 

- ¿No te molesta que te llame Muro-chin? - cuestiono con duda 

- No podría molestarme con algo así, el hecho de que mi señor me trate de forma tan amable es digno de agradecer - sonrió nuevamente 

- Muro-chin, mi nombre es Atsushi, solo dime así - sonrío llevando un caramelo a sus labios - después de todo estamos aquí solos~

- Esta bien mi señ... quiero decir, Atsushi - por el contrario, la sonrisa que ahora mostraba la peli-negra era una de alegría y gracia, el peli-lila sin duda era un cliente extraño pero interesante


Ambas chicas encontraron algo que jamás hubieran creído encontrar, personas interesantes que tal vez podrían sacarlas de esa vida tan descontrolada que llevaban, porque era cierto, ellas no tenían control de sus vidas, solo eran marionetas y deseaban ser liberadas... tal vez eso sería lo mejor para todos.


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Ya pues un poco pequeño pero, al menos sirve para el momento, nada más faltan las otras. Leí un manga que me dio muchas ideas pero pues, aun tengo el bloqueo mental y por eso no puedo escribir tanto como me gustaría, sin embargo aquí un cap más, espero les guste :)

Yoshiwara Lament (El Lamento En Yoshiwara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora