Capítulo 1

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Valeria y sus padres iban en el coche, su madre ojeaba una revista y mientras su padre conducía, Valeria tenía 98 años y sin embargo aparentaba 16, iban de camino a Londres, donde vivirían los próximos 10 años. A Valeria no le gustaba nada esto de cambiar de ciudad cada poco tiempo, apenas tenía tiempo de conservar sus amistades, eso la entristecía profundamente pero tenía que aceptarlo, esa era su vida.

Miró a través de la ventana y vió el gran Big Ben, ella nació allí en Londres pero a sus 10 años tuvieron que mudarse porque estuvieron a punto de ser decubiertos, ahora volvían, con nuevas identidades y nuevas personalidades. Su madre la sacó de sus ensoñaciones:

-Valeria, ya casi estamos llegando a la nueva casa- anunció. Justo en ese momento pasando a través del gran puente, se encontaron con un gran tráfico, Valeria decidió que no aguantaría tanto tiempo de espera asi que se dirigió a su madre:

-Mamá creo que llegaré caminando-dijo-solo indicame donde es. Su madre sacó el plano y le dijo donde estaría su casa. Valeria salió por la puerta y se puso en marcha,cuando llegó se dio cuenta de que casi había anochecido, llegó a la puerta y tocó el tiembre, como no contestó nadie abrió con las llaves que su madre le había dado. Subió al piso de arriba y escogió su habitación, escogió la mas grande de todas, con una gran ventana que daba al jardín principal y una gran cama con dosel. 

Cuando ella era pequeña todavía existían las camas con dosel, ella tenía una preciosa de color rosa que le recordaba mucho a la de su nueva habitacion solo que esta era de color blanco, igualmente le encantaba.

Se sento en la silla que estaba junto a su escritorio y de pronto se sintió muy vieja, notó como los huesos le pesaban y como todo su cuerpo de repente se renovaba y volvía a ser aquella chiquilla de 16 años que había sido alguna vez, un ruido de la puerta la sacó de sus ensoñaciones.   

Su padre y su madre acababan de llegar, oyó el ruido de las ruedas de las maletas y a sus padres hablar, asi que bajo por las escalerasy al verla su madre le dijo:

-Valeria creo que deberías tomar tu maleta y colocar tus cosas, prepararé la cena- y le dió un beso al padre de Valeria en la mejilla.

Valeria siempre había sentido tanto respeto y a la vez envidia de su madre, ella tenía 178 años y aun aparentaba 32, siempre sabía como comportarse cuando le pedían el carnet o le pregunaban por su edad, y sentía lo mismo por su padre desde que lo había conocido hace 158 años y los miraba pensando "¿como pueden seguir juntos despues de tanto tiempo?" pero nunca llegaba a preguntarselo, mientras que ella todavía no había salido con chicos por miedo a que la rechazaran por ser diferente y cuando le preguntaban por su edad dudaba ya que ella sabía que tenía 98, por eso envidiaba a su madre.

Subió las escaleras y desizo la maleta, se arregló y bajo a cenar, porque era costumbre en su familia ir bien vestido en desayuno, comida y cena, hasta en reuniones familiares. Al sentarse en la mesa se dio cuenta de que su madre había hecho el pollo que compro en la estación de tren, ese que parecía tan apetitoso, lo habia acompañado de una guarnición de verduras, y eso en solo 15 minutos, su madre era la mejor sin duda, ceno y subió a su cuarto a dormir, se pueso su camison de seda que compró un día de Paris y cuando estuvo a punto de irse a dormir vio por la ventana la casa de sus vecinos, un chico (seguramente mortal) la observaba, cuando se dio cuenta de que Valeria le miraba rápidamente corrió las cortinas. Valeria se quedó estrañada se metió en la cama cerró las cortinas y se durmió.

El club de los InmortalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora