Two is better than one [Spanish]

Capítulo 3

'Austin... Dónde diablos estás' me dije a mí mismo. Le he estado esperando para que me lleve a casa durante unos 20 minutos.

No me responde ni a los mensajes ni a las llamadas. Empecé a ir de un lado a otro del colegio, y no me llevó mucho tiempo darme cuenta de que nadie más iba a salir del colegio. Derrepente sentí mi móvil vibrar contra my bolsillo, era Austin.

'¡Llegas tarde! Te he estado esperando aquí durante 30 minutos.'

'Lo siento, ven al parking' dijo.

Colgué y cogí mi mochila del suelo y me la colgué al hombro.

A veces, Me pregunto sobre el dicho "los opuestos se atraen" porque claramente yo y Austin no nos podemos llevar bien por nuestras diferencias.

Caminé alrededor de una esquina para encontrarme a Austin hablando a unos, bueno, dos para ser preciso, chicas. No me resultaban familiares.

"¡Hey! ¡Aquí!" Austin se movía como si no le viera. Fui al coche silenciosamente sin decir una palabra y me senté en el asiento de alante. Esperé a que Austin terminara su conversación hasta que finalmente entró dentro.

'¿Tú sabes el tiempo que he estado esperando?' Dije bajo.

Austin arrancó el coche mientras yo esperaba su respuesta.

'Ya dije perdón. Jesús, Dustin te tomas todo muy en serio.' Me respondió.

'No me lo estoy tomando en serio... Sólo soy más organizado y bueno usando mi tiempo...' Murmuré.

Pude ver a Austin aburriéndose de lo que decía.

Quizás tendría que callarme.

Fue sólo un instante antes de que yo prestara atención a dónde estábamos yendo y ahí fue cuando Austin aparcó el coche. Miré en frente mía y le dió una caja.

'Estaré de vuelta en unos minutos,' dijo saliendo por la puerta.

'¿Quieres venir?' Se volvió.

Sacudí mi cabeza mientras él esperó un poco y después entró al lugar. No pude averiguar si era una tienda o un club. Se podía leer «Hidden Treasures». O era una tienda o alguna cosa de esas suyas.

Vi a alguien pasar. Me giré para ver a los amigos de Austin y Zach.

Si tiviese confianza, me habría levantado esta mañana cuando él golpeó mis libros hacia abajo en los pasillos. Si fuese así, no sería referido como «hermano gemelo perdedor de Austin» o como me llamaban antes es quinto grado, «Mahone mutado» porque me negué a hablar, por el colegio entero.

La verdad es... No soy guay y confiado como Austin.

La confianza viene con grandes habilidades y práctica.

Y ese no soy yo.