Pasaron tres días de la ausencia de Stephen, Layla se sintió sola sin aquellas notas, le faltaba el amor incondicional de su chico de la biblioteca, que sin importar lo enojada que ella estuviera, él le seguía escribiendo.
Freddy no era igual, Freddy no era Stephen, Freddy no le escribía notas.
Al cuarto día recibió dos notas. Una se la entregó Joshua, y la otra la encontró dentro de su mochila.
Hola Layla,
Antes que nada debes saber que esto no lo hago por ti, lo hago por Stephen, por hacerlo sentir mejor en el mal momento que pasa.
El beso que hubo entre él y yo fue todo planeado. Es decir, Freddy siempre te vio como algo más y con la llegada de él se sintió amenazado. Habló conmigo para que yo besara a Stephen justo después de que Freddy coqueteara contigo, así parecería que lo hizo por celos o como una pequeña venganza al verte con él.
Yo le expliqué que tú no te alejaste porque Freddy es como un hermano para ti, aunque él te vea de otra manera.
Stephen es muy apuesto, pero no es para mí, sino para ti.
Lo siento,
Sasha.
Layla frunció el ceño al terminar de leer lo que estaba escrito en el papel y lo tiró a la basura antes de pasar al siguiente.
Querida Layla,
Esta letra no es mía, pero si lo que dice en ella. Agradece a Joshua por hacer el favor de escribirlo mientras estoy ausente.
En estos momentos ya habrás leído la nota de Sasha. No te sientas culpable, los dos pensamos mal, también debí confiar en ti cuando vi a Freddy abrazándote. Prometo que no pasará de nuevo.
Cuando vuelva quiero verte.
Te necesito.
Stephen,
Tu chico de la biblioteca.
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Tu chico de la biblioteca (#2)
Short StoryLayla por fin conoció al anónimo de la biblioteca. Pero él no deja de escribirle notas. ¿Qué habrá detrás de su nueva historia?
