incognita

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Pasaron varias semanas de la última vez que logre ver a Blass, según los rumores estaba de viaje en París.
Por otro lado, mi mamá seguía con esa triste expresión en el rostro. Todo en mi casa tenía un clima raro, mi sexto sentido me decía que algo no iba bien y sabía que este nunca se equivocaba. Además mis padres siempre se iban de viaje juntos, y estaba vez papá lo había hecho sólo.
Decidí hablar con mamá de nuevo, quizá esta vez logre decirme algo acerca de su ánimo y actitudes poco comunes en ella. Me estaba acercando a hablar cuando en la puerta aparece Gina con diversos golpes en el rostro y miles de lágrimas que parecían no tener fin alguno.
Sin pensarlo dos veces salgo corriendo a donde ella se encontraba, mamá atónita por lo que acababa de ver se queda paralizada, sin reacción alguna. Le pego un grito, por suerte me imita y se acerca.

-Gina, bebé... Que ha sucedido? Quien fue el culpable de esto.-Gina rompió aun más en llanto y se abalanzó hacia nosotras, aferrandose a nuestros brazos.

-Perdóname mamá, te juro que no quise hacerlo. Me obligaron, lo juro!.-Seguía llorando, pero ahora con un poco más de seguridad en su voz.

Mamá y yo limpiamos las heridas de Gina y la contuvimos un buen rato. Ahora se encontraba descansando en su habitación con mucha más tranquilidad.
Sinceramente me parecía algo de otro mundo, ella no era de meterse en líos o en pandillas. No nos quiso decir el motivo y el quien o quienes eran los responsables de esto, prometió hablar luego.

(...)

Papá abrió la puerta del comedor y fui corriendo a abrazarlo, hacia exactamente 1 semana y media que no lo veía. Me correspondió el abrazo y se alejó de repente.

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⏰ Última actualización: Oct 05, 2016 ⏰

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