El orígen del caos

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Jueves-20:30 pm


-Mierda lucas apúrate!- escuchó el ágil chico a través de un diminuto audífono, ubicado en su oreja izquierda.

-Es lo más rápido que puedo Félix!- reclamó el muchacho con la respiración agitada.- Demonios está llenó de policías, paramédicos y bomberos.- Informó con dificultad, debido a que el sonido de las sirenas se hacía cada vez más fuerte a medida que se acercaba a su objetivo.

-Crees que no me he dado cuenta? casi me estrello contra tres ambulancias cuando venía hacia acá.-Agregó Félix  un poco irritado.- Ohh por favor llega rápido Lucas, Tienes que ver esto!

-Que? Dime que estas viendo.- Ordenó impaciente, ajustando su micro audífono, mientras avanzaba saltando desde las cimas de los enormes rascacielos de ciudad Deka.

-Yo tampoco se muy bien que ocurre... Además esta lleno de personas gritando y obstruyendo mi camino, sólo puedo decirte con certeza que..

-olvídalo, ni te molestes- Interrumpió Lucas, apareciendo a unos metros del pelirrojo y ajustando el pañuelo negro que le cubría el rostro y sólo dejaba a la vista sus claros ojos.

-ya era hora...- comentó Félix con su natural humor negro.

Lucas rodó los ojos.- Perdón por no correr a 300 kilómetros por hora.- contesto con el mismo humor.

Ambos se encontraban parados a mitad de una de las principales calles en ciudad Deka, la avenida Haden.

La policía había cortado todas las calles que tuviesen alguna conexión con esta gran avenida, y por los cielos se escuchaba el rugido de los helicópteros tanto de los agentes del gobierno, como de los noticieros. Las personas corrían desesperadas por salir de el lugar, se escuchaban gritos y el crujir de los vidrios pisoteados por los acelerados pasos de la gente.

-vamos, sigamos a las ambulancias, de seguro se dirigen al origen de este gran caos.- Luego de que Félix pronunció esas palabras, Lucas apretó ligeramente sus puños...Algo Realmente malo había sucedido.

-andando.

Félix asintió  y en menos de una décima de segundo desapareció,  corriendo a la velocidad de la
Luz entre la multitud de personas que huían.

Sin quedarse atrás, Lucas dio un gran salto y haciendo un movimiento con sus brazos, comenzó a desplazarse ágilmente por los aires. De vez en cuando se daba impulsos en las grandes murallas de los rascacielos. Era como si su cuerpo y el aire se fusionaran perfectamente.

En menos de dos minutos Ambos chicos llegaron al lugar del desastre. A lo menos 15 autos policiales estaban haciendo un círculo al rededor de el Gran departamento de ciencias radioactivas, que ahora se encontraba totalmente destruido.

La seria mirada de Lucas intentaba descifrar que ocurría desde la altura, pero se le hizo imposible, a causa de que el humo había tomado el control sobre la dañada construcción.

-Oye Félix, desde aquí arriba no logro ver nada, será más rápido si nos acercamos a el departamento por tierra.- Afirmo lucas a través de su micro audífono.

-mi especialidad.- Presumió el pelirrojo a quien se le formo una ligera sonrisa.

-ya estoy en tierra, donde estas tu pecas locas?- pregunto Lucas con un tono infantil y frunciendo el ceño al tratar de hallar a su amigo.

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