CAPITULO XII

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-Hola Hyuk – Dijo Min serio y con el ceño un poco fruncido. Al parecer tampoco se lleva bien con este chico.

Valla lo que me faltaba, ¿Min no se lleve bien con nadie o qué? Bufe. Como era esto posible, mi primer día y resulta que mi hermano no se lleva bien con el que al parecer va a ser mi compañero de cuarto.

-Bueno entran o ¿Se quedaran ahí parados?- Pregunto el chico que se llama Hyuk, bueno así le había dicho Min.

-Si ya va...

-No – Respondió secamente Min.

-¿No? – Me le quede viendo entre sorprendido y enojado.

-Lo siento Hae – Se volvió hacía mí y cambio su tono de voz – se me olvidaba que tengo algo que hacer.

-¿Qué?¿Pero me ibas a en...

-Lo siento – Se dio la vuelta sin decir más y se fue. Yo nada más me quede viendo cómo se iba hasta que se perdió por los pasillos.

No entendía nada. ¿Por qué se comportaba así? Si le caían mal estos tipos no era mi culpa, tenía que haberse quedado conmigo, ayudarme a instalarme y enseñarme el Instituto. ¡Por dios, era su hermano! Tenía que haberse aguantado su odio por estos dos y quedarse conmigo. Que buen hermano tengo.

Volví a bufar molesto y volví mi vista hacia el cuarto donde seguía parado el chico culpable de que ahora este molesto.

Él tenía la vista por donde yo la tenía hacia unos segundo, al parecer el tampoco entendía la actitud se SungMin. Bueno ya éramos dos.

-Disculpa – Llame su atención.

Enseguida me volteo a ver con curiosidad, tenía que admitir que se veía adorable con esa mirada. No pude evitar sonreírle, lo cual provoco que él se sonrojara y que mi sonrisa se agrandara más. No podía molestarme con él por culpa de SungMin y aparte de que no lo conocía.

-Oh... Yo lo siento – Me dijo sonrojado.

-¿Por qué te disculpas? Tú no tienes la culpa del comportamiento de SungMin. – Me volví a molestar por el tonto comportamiento de mi hermano.

- ¿SungMin? – Susurro.

-¿Qué? Ah... Así le llamo cuando estoy molesto con él. – Le respondí cruzándome de brazos. Hyuk volvió a sonrojarse más de lo que ya estaba, al parecer solo lo quería pensar, pero no fue así.

- Perdón no quería decir eso, es solo que – Se mordió el labio inferior de lo avergonzado que se sentía. – yo solo quería saber si... si

-¿Si? – No podía evitar sonreír por su actitud.

-Sí, ¿Quieres que te ayude?

-¿Ayudarme? – Ahora era yo el que no entendí a qué se refería.

Me miro, luego bajo su mirada y señalo con un dedo mis cosas en el piso. Valla no me había dado cuenta que seguíamos en el pasillo.

-Ah... Si, por favor – Le respondí en un susurro casi inaudible, pensé en volver a afírmale para que me ayudara, pero al ver que empezó a tomar mis cosas me dio por entendido que si había escuchado, lo cual agradecí para mis adentros ya que él se había metido.

Una vez adentro puse mis cosas en el piso para así cerrar la puerta, no sin antes a ver verificado que nada se me olvidara en el pasillo.

Al darme la vuelta para ver el cuarto vi que este era de color azul con pequeños detalles de color blanco, que hacía que pareciera espuma de mar.

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