Juego

CAPITULO IX

Nos encontrábamos aun en el centro comercial, sentamos en una banca blanca, él se encontraba aun llorando y con la cabeza gacha mientras yo estaba a su lado y lo volteaba a ver cada minuto y yo no era él único que lo veía ya que la gente nos volteaba a ver, unos con curiosidad y otros con preocupación.

Yo me sentía algo raro e incomodo, pero no por estar sentado a lado de él, si no por como la gente me volteaba a ver, me miraban mal, al parecer pensaban que yo lo había hecho llorar de esa manera y no hacia nada mas que mover mis manos y mi cara en forma de negación, de que yo no le había hecho nada.

Me encontraba frustrado, no sabia que hacer, le quería preguntar que que tenia pero no, lo mejor sera que se desahogue y se que así le serviré de ayuda, muchas veces es mejor llorar para sacar el daño que uno siente; pero... yo no lo conocía y no sabia si en verdad le ayudaba con mi presencia.

- Gracias - Dijo en un susurro.

Lo voltee a ver, aun tenia la cabeza gacha y al parecer ya no lloraba.

- ¿De que? - Le di una pequeña sonrisa algo tonto ya que él no me veía.

- Por que si no hubiera sido de que me ayudaste a levantarme seguiría ahí tirado.

- No seas tonto - Le dije y alzo su cara y me volteo a ver, sus ojos se encontraron con los míos y sentí mi cara enrojecer. Por dios, si que era hermoso, a pesar de tener los ojos rojos e hinchados y su nariz esta igual de roja, parecía rodolfo el reno. Sonreí para mis adentros. - Yo... lo siento - Voltee al frente evitando el contacto.

- No, tienes razón soy un tonto - Me voltee a verlo y sonrió, pero sarcásticamente.

- No lo eres... bueno se que te lo dije pero - Me rasque detrás de la nuca, estaba demasiado nervioso y sentía crecer cada vez mas mi sonrojo - me refiero a que cualquier otra persona te hubiera ayudado a levantar.

Volvió a agachar la cabeza, al parecer quería volver a llorar.

Suspire.

Mire al frente otra vez y mi vista se poso en una heladería.

Perfecto, le compraría un helado tal vez así se sienta mejor, yo cuando me deprimo cómo helado y me ayuda.

Me levante de la banca - Ahorita vengo - di unos pasos y me detuve en seco, me voltee un poco para verlo - no te vallas - le amenace con mi dedo y volví a retomar mi camino.

- Buenas tardes joven - Dijo el joven que despachaba.

- Buenas tardes si me de un... litro de helado - Le dije.

Si se encontraba muy deprimido lo mejor era un litro de helado.

- ¿De que sabor?

¡¡Rayos!! No sabia sus gustos.

- De fresa, por favor - Le conteste con una sonrisa.

Espero y le guste, bueno a mi me gusta la fresa.

Una vez que me dio el helado lo pague y volví a donde lo había dejado, por suerte aun seguía ahí.

Me pare enfrente de el y le sonrei - Toma - Estire el brazo donde traía el helado.

Él alzo la vista, primero vio el bote de helado y después siguió el trayecto, recorrió todo mi brazo hasta que llego con mi rostro, lo cual maldeci ya que volví a sentir mi cara arder.

- No tenias que...

- Estas triste - Lo interrumpí - esto ayuda a la depresión - le regale una de mis mejores sonrisas.

- Pero...

- ¡¡OYE!! ¡¡MONO!! - Gritaron a lo lejos.

Mire hacia donde venia aquellos gritos.

- ¿Mono? - Oí que susurraron.

- Yo... me tengo que ir - Le dije - Toma - Tome una de sus manos y coloque el helado - Y sonríe, veras que todo tiene solución.

Y me fui de ahí, dejándolo y camine hacia Kyu.

No sabia si lo volvería a ver, pero quería, en verdad quería verlo a ver.

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Perdón por no haber actualizado, pero siempre que quiero actualizar termino haciendo otras casas; en verdad Perdón.